Yucatán, el estado más seguro del país y con el mejor clima de paz de México, atraviesa por un grave problema social, en los últimos cinco años en la entidad más de mil 100 personas se han suicidado, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadísticas Geografía e Informática (INEGI).
La cifra de muertes autoinflingidas ubica a la entidad con la tasa más alta de este tipo de muertes en el país superando a estados como Chihuahua, Aguascalientes y Sonora, quienes hasta hace cinco años ocupaban la más alta de estas muertes en el país.
Para darnos una idea de la dimensión del problema, en Yucatán ocurren cinco veces más suicidios que homicidios dolosos, siendo la muerte autoinflingida la principal causa de fallecimiento violenta en la entidad, de acuerdo a los datos del Sistema Nacional de Seguridad.
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Yucatán registra un suicidio cada 32 horas durante los primeros tres meses del año
Las cifras del INEGI señalan que del 2016 al 2020 en el estado se habían registrado mil 111 suicidios (155 en el 2016, 195 en el 2017, 246 en el 2018, 265 en el 2019 y 250 en el 2020) y en el mismo periodo se habían cometido 220 homicidios dolosos (50 en el 2016, 37 en el 2017, 48 en el 2018, 33 en el 2019 y 52 en el 2020), es decir, se registran cinco veces más suicidios que homicidios.
En los primeros 115 días del año 2021, la tendencia de la cantidad de estas muertes continúa, debido a que hasta el día de ayer 74 personas habían atentado contra su propia vida.
Durante el 2021 la Fiscalía, el Ministerio Público y la Policía, en promedio han tomado conocimiento de un suicidio cada 37.2 horas, asimismo la entidad tiene hasta el momento una tasa de 3.2 suicidios por cada 100 mil habitantes, una cifra alarmante si tomamos en cuenta que durante este año Yucatán apenas registra 15 homicidios dolosos, es decir, una tasa de .6 crímenes por cada 100 mil habitantes.
En Mérida, la capital del estado, se ha registrado alrededor del 65 por ciento de estas muertes y el resto ha ocurrido en un total de 25 municipios.
El 85 por ciento de las víctimas eran del sexo masculino y cerca del 80 por ciento tenía menos de 45 años de edad.
Por su parte, de acuerdo a datos de la Secretaría de Salud Federal, del 2016 hasta la fecha se han diagnosticado en los hospitales y clínicas del sector salud del estado 10 mil 250 personas con cuadros de depresión, uno de los principales factores que pudieran llevar a las personas para autolastimarse.
En el 2018 en Yucatán, entró en vigor la Ley de Salud Mental por medio de la cual se tendría que impulsar políticas públicas enfocadas en la atención y prevención de este problema de salud pública; sin embargo, desde que se promulgó, hace casi tres años hasta la fecha, 836 personas han perdido la vida por esta causa.
En los mil 209 días que han transcurrido desde que el Congreso del Estado aprobó la creación de un instituto para la atención y prevención del suicidio 836 personas han muerto, es decir, en promedio un deceso cada 34.7 horas.
En el informe del 2020 que la Comisión Estatal de los Derechos Humanos entregó a los Diputados se señala que el suicidio es un grave problema de salud pública, el cual es urgente de atender, sin embargo, a pesar de la aprobación de la Ley de Salud Mental del estado, la cual ordena la creación del Instituto, programa, así como de la creación de un Consejo Estatal de Salud Mental; hasta la fecha no se ha dado cumplimiento.
Asimismo, puntualizó que son pocos los recursos que el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Salud destinan para la atención de la salud mental a pesar de los graves problemas que representa. El año pasado, la institución tuvo un presupuesto de cuatro mil 255 millones 491 mil 630 pesos, pero para el tema de promoción, prevención y atención integral de la salud mental sólo se asignó 19 millones 98 mil 376 pesos, es decir, apenas el 0.45 por ciento del monto total asignado al rubro de la salud.
Por su parte, Ivette Echeverría, psicóloga social, indicó que el suicidio es un problema complejo, además del psicológico; sin embargo, citó que en el caso de los niños y adolescentes, influyen especialmente factores como enfermedades mentales, la pérdida de un ser querido, la depresión, aislamiento social, abuso de drogas y el alcohol.
En el caso de los adultos influyen la violencia doméstica, el estrés, enfermedades mentales, abuso del alcohol y las drogas.
Dijo que lo más alarmante es que de acuerdo a las cifras de la Organización Mundial de la Salud, por cada persona que logra su cometido hay otras 20 que lo han intentado o tienen pensamientos suicidas.
Según su punto de vista, en Yucatán no hay políticas públicas enfocadas a la prevención de estas conductas de acuerdo a la dimensión del problema que representa.
SY