El doctor Rodrigo Patiño Díaz, investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) de Mérida, expuso que, aunque desde el punto de vista técnico es complicado el tema del drenaje en Mérida, no se han hecho muchos esfuerzos para el saneamiento de agua, así como existe una falta de manejo de los desechos de las industrias, en los agronegocios en particular, en los que se usan pesticidas y fertilizantes, así como de los desechos de las granjas porcinas, avícolas, lo que ha generado que se vaya contaminando el manto freático.
Mencionó que en el caso particular del escaso manejo de aguas residuales es un tema serio que se agrava por la actividad urbana, pero también por la actividad productiva y por los mega proyectos como el Tren Maya que, dijo, generarán una mayor población, una mayor demanda de agua y un incremento en la generación de aguas residuales, sin que haya un correcto tratamiento de las mismas.
Comentó, de hecho, que en el 2020 se publicó en la Ley Federal de Derechos que ya todo el acuífero de Yucatán se reconoce como un receptor de tipo C, lo que implica un reconocimiento del cuidado que se debe hacer en las descargas de aguas residuales en el acuífero.
“Debería haber una vigilancia y acciones para evitarlo, campañas de concientización y obras de drenaje, tratamiento de aguas y un estricto sistema de vigilancia de este tipo de manejo de los recursos hídricos”, comentó.
Confirmó que en los últimos años el Estado de Yucatán se ha mantenido en los últimos lugares del país en el Índice de Manejo Sustentable del Medio Ambiente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
“El estado tiene una deficiencia muy grande, un rezago, desde hace ya hace tiempo sin que haya mejoría, a pesar de estos señalamientos”, expuso.
Recordó que, de acuerdo con este indicador, el Estado de Yucatán tiene un tratamiento de aguas residuales de aproximadamente 0.11 litros por segundo por cada mil habitantes que es de los valores más bajos, si se compara con Hidalgo que tiene 8.99.
“Pero no solo es el único componente, sino que también la eficiencia económica del agua en la agricultura, que tampoco estamos bien parados, es decir, cuánto dinero se gana en la agricultura por cantidad de agua utilizada, y está también el de energética en la economía, que indica cuánta energía se usa por PIB generado en cada entidad”, comentó.
Dijo que es un conjunto de datos donde Yucatán está mal calificado, con bajos puntajes, siendo el de manejo de aguas residuales de los más preocupantes.
“La mitad de la población vive en la zona metropolitana de Mérida, donde tenemos un grave rezago de drenaje y tratamiento de aguas residuales. Digamos que sí, desde el punto de vista técnico es complicado, porque la ciudad se construyó sin drenaje, pero tampoco se han hecho grandes esfuerzos”.
“También hay una falta de manejo en los desechos de las industrias, agronegocios en particular, que hay pesticidas, fertilizantes e, incluso, desechos de granjas porcinas, avícolas, que sin un manejo adecuado se van filtrado al manto freático y contaminan”, expuso.
El especialista comentó que este tema se intensifica no solamente por la actividad urbana, sino también por la actividad productiva, además del crecimiento económico y los mega proyectos como el Tren Maya.
“Es un problema que habría que atacar, si se quiere seguir este modelo de crecimiento, porque de otra manera la capacidad de carga del acuífero ya está sobrepasada”, expuso.
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JG