Luego de un fin de semana sin actividad, por los aguaceros que cayeron en el estado, ayer inició el día con dos mil turistas a lo largo de toda la costa para devolver la algarabía al Malecón Tradicional, así como a puertos cercanos, se indicó en el reporte de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito.
“Agradecemos venir, instalarnos y trabajar. Eso es mejor que quedarnos hasta tres días encerrados en casa; sin embargo, ahora lo malo es que la gente teme acudir a la playa y que vuelva a suceder lo de hace ocho días: desperdiciar el viaje para, luego de dos horas, regresarse. Por eso hubo baja afluencia hoy”, argumentó Carlos Chi, expendedor dedicado a la venta de playeras.
Los primeros visitantes arribaron desde las 10:00 horas, para que en pleno mediodía se ocuparan, según información de algunos meseros, por lo menos 250 mesas con sillas y una centena de camastros en el área de la playa, pues ahí aprovecharon las familias para realizar distintas dinámicas para divertirse.
A bordo de camiones de tours, colectivos y autos particulares con pasajeros “sardina”, descendían con inflables, toallas, consumibles y neveras para instalarse en el barandal del malecón o en la playa.
La temperatura también permitió que el mar fuera sitio preferido para quitarse el calor que se tuvo con los 38 grados, registrados a las 14:00 horas, cuando se hizo presente la mayor afluencia del día con casi 500 turistas disfrutando un día de sana convivencia teniendo como escenario las tranquilas aguas del mar.
“A finales de quincena, el turista casi no gasta. Agreguemos la precaución que genera el mal tiempo de días pasados. Recuerdo que cuando se estaba regresando a la normalidad las jornadas, luego de que declararon el semáforo amarillo, sólo en propinas llegué a rebasar los mil pesos. En un día como hoy, apenas me voy a casa con 300 pesos”, indicó Gastón Mendoza, mesero de una pescadería de la calle 23.
Por su parte, la comunidad extranjera tampoco se quedó atrás. Alrededor de 200 personas se hicieron presentes para pasar el día en la Prolongación “Romeo Frías Bobadilla”, aunque por lo menos 50 se quedaron en los restaurantes de los emprendedores canadienses que se sitúan en la calle 80 con 25 y 27, según comentaron los mismos.
Algunos habitantes indicaron que el uso del cubrebocas no fue prioridad para varios asistentes, ya que era común ver a los bañistas en cualquier área del malecón de Progreso (incluyendo establecimientos comerciales), sin el uso de este artículo.
Patricia Carranza, turista que llegó procedente de la ciudad de Mérida con sus abuelos, quienes ya rebasan los 70 años, mencionó que la aplicación de vacunas en la población adulta de 50 a 59 años le brindó confianza para tomar una segunda salida, luego de ver fallido su intento de acudir al mar el sábado pasado.
“Considero que en esta etapa de la pandemia hay más fortalezas para sentirse seguro al salir de casa. Teníamos mucho tiempo sin dejar el hogar de esta manera. Opino que, para el otro año, se podría regresar a la normalidad, una vez que estén vacunados los jóvenes y se aminoren los contagios”, aseguró la bañista de 24 años.
En cuanto a la asistencia en restaurantes de la zona, éstos, al menos durante el lapso comprendido entre las 14:00 y 16:00 horas, no rebasaron su aforo permitido por la Secretaría de Salud y mantuvieron a sus comensales en sus instalaciones, sin violar las reglas protocolarias para evitar contagios. Esta vez no se vio a ninguna familia esperar afuera de los establecimientos, acompañados de niños y adultos mayores.
Cabe mencionar que la Policía Ecológica estuvo realizando rondines de vigilancia para cerciorarse de que los turistas y comerciantes cumplan con las normas de higiene correspondientes.
Por su parte, agentes de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito se encargaron de realizar sus caminatas en el área de playa y vigilaron a bordo de vehículos desde la calle 72. Como resultado, comentaron que a lo largo del día se registró un saldo blanco.
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JG