“A los 112 años falleció Jorge Durán y Cora, considerado el hombre más longevo de la localidad, después de la japonesa Tanaka Kane, de 119 años de edad”, fue la información que brindó su hijo, Miguel Durán Dzul, quien explicó que el reciente deceso se debió a los achaques de la vejez, pero que hasta su último suspiro se mostró lúcido y contento. Su cuerpo fue velado en su domicilio, ubicado en la calle 9, entre 14 y 14-A, para luego ser llevado a su última morada, en el cementerio general.
También, comentó que estos días declamaba, cantaba y caminaba apoyado con un bastón, que incluso a una vecina le dedicó el tema “María Bonita” y que a él le recitó la poesía del “Hijo Desobediente”.
Recordó su vástago que su célebre progenitor nació el 27 de abril de 1909, en Panabá, vivió la Segunda Guerra Mundial y ha sido testigo de grandes avances médicos y tecnológicos.
El hijo compartió que la existencia de su padre estuvo llena de vivencias, que a los cinco años quedó huérfano de padre y a los seis años su tío y su mamá lo llevaron a San Felipe, donde también perdió a su progenitora, por lo que fue cobijado por su abuela, que era de escasos recursos, por lo que acudía a una panadería y le cantaba a los clientes “La Cucaracha” a cambio de pan y café.
Narró que a los siete años una señora de apellido Cetina lo llevó a Progreso, donde al día vendía dos a tres palanganas llenas de tamales, panuchos y comida que elaboraba esa señora, pero luego regresó a San Felipe, donde trabajó de mozo, cuidaba niños y a los 11 años ingresó en la escuela, donde aprendió a recitar y escribir.
Miguel Durán Dzul puntualizó que su padre siempre se caracterizó por ser trabajador, que fue vaquero de muchos ranchos y navegante durante la Segunda Guerra Mundial, viajando de Progreso a Cozumel, transportando ganado de San Felipe a Progreso y gas avión para la base naval de Isla Mujeres.
En su primera familia tuvo dos varones y una mujer que ahora tiene 83 años. En la segunda familia procreó seis hijos, y tiene 45 nietos y 80 bisnietos.
Jorge Durán fue miembro fundador de la Asociación Ganadera de San Felipe en 1992 y en el malecón, uno de los muelles lleva su apodo “don Chepe”, desde hace seis años.