Ni la lluvia vespertina que cayó ayer en la capital yucateca impidió que activistas y colectivos de la comunidad LGBT+ tomaran las calles del Centro Histórico, para exigir justicia por el caso de José Eduardo Ravelo Echevarría, quien, según su mamá, murió luego de ser golpeado, torturado y violado por policías municipales a principios de mes. En Palacio Municipal intentan entrega carta al alcalde Renán Barrera Concha, pero no sale, por estar en junta.
Minutos después de las 17 horas, activistas y miembros de colectivos de la diversidad sexual, se reunieron en el Remate de Paseo de Montejo, para caminar con dirección al edificio de la Policía Municipal; sin embargo, antes de partir, el activista, Gerardo Cabrera indicó que la marcha fue para visibilizar el “triste hecho”.
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Luego de caminar sobre la calle 58, llegar al cruce de la calle 59 y bajar hasta la calle 52, para llegar a la sede de la Policía Municipal, los protestantes leyeron un manifestó, el cual después entregaron a la corporación policíaca. “Prácticamente estamos exigiendo justicia expedita para José Eduardo, pero también exigimos la reparación del daño”, comentó.
Respecto a la reparación del daño, indicó que no sólo debe ser en el aspecto económico, sino también en lo psicológico, “y la no repetición de las acciones, porque Mérida es, aparentemente una ciudad segura, sin embargo, que nuestros funcionarios públicos siguen violentando, estigmatizando y discriminando por diferentes circunstancias”.
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Tal y como anunciaron, cuando llegaron a la sede de la Policía Municipal, antes de entregar el manifiesto, leyeron una parte dirigida al alcalde Renán Barrera Concha, así como al director de la corporación policíaca, Mario Arturo Romero Escalante y al titular de la Secretaría de Salud (SSY), Mauricio Sauri Vivas.
Falta de antención
Recordaron que José Eduardo fue detenido de manera arbitraria por tener una imagen “sospechosa” en las calles del Centro, para luego ser golpeado y violado por agentes municipales, además de que no recibió atención oportuna por parte de médicos del hospital O’Horán, bajo la excusa de que no contaba con documentación de Yucatán.
Debido a la tortura y discriminación que vivió en dos espacios públicos, los protestantes pidieron que los policías municipales sean sometidos a una capacitación en materia de derechos humanos, para que este caso no se vuelva a repetir.
“La sociedad no pueden cerrar los ojos ante las violaciones de las instituciones”, manifestaron.
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Al momento de entregar el manifiesto en el Palacio Municipal, una representante de la Comuna salió a recibir el papel y, cuando fue cuestionada del por qué no había salido el alcalde Renán Barrera Concha, esta comentó que se encontraba en una junta, motivo por el cual no podía recibir en sus manos este documento, lo que causó indignación.
CI