El Paso Deprimido de la capital yucateca se encharcó por las lluvias que ocasionó la Tormenta Tropical Grace en la ciudad de Mérida, lo que retrasará una vez más la reapertura del distribuidor vial que lleva 318 días cerrado a la circulación vehicular, luego de que las precipitaciones de los ciclones Cristóbal y Delta lo inundaron el 10 de junio y 8 de octubre, respectivamente.
Las posibilidades de que se diera el encharcamiento eran altas, sobre todo porque el ingeniero David Loría Magdub, titular de la Dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento de Mérida reconoció que los trabajos de rehabilitación que se realizan se hacen a 73 centímetros por debajo del nivel freático.
El nuevo encharcamiento retrasa más la entrega de la obra. A finales de julio pasado, la empresa Sacbé solicitó un plazo mayor para la entrega de la rehabilitación del viaducto, justificando que las lluvias de ese mes habían retrasado los trabajos 12 días, por lo que pidió la ampliación del plazo de entrega, es decir, para finales de este mes.
Ayer, hasta antes del mediodía, la obra permanecía seca, incluso, se pudo observar a varios trabajadores laborando pese a la amenaza de lluvia; sin embargo, con las precipitaciones y tres horas después, el lugar quedó encharcado, con basura y ramas.
El Paso Deprimido se cerró por primera vez el 10 de junio del 2020, luego del paso de la Tormenta Tropical Cristóbal. El distribuidor vial estuvo cerrado 68 días, ya que el 14 de agosto se reabrió un carril y, 17 días después, es decir, el 1 de septiembre, se apertura la segunda vía, pero sólo funcionó 38 días.
El 8 de octubre de ese mismo año, el viaducto volvió a quedar cerrado tras inundarse nuevamente por el Huracán Delta. Los trabajos de rehabilitación comenzaron el 30 de abril de este año.
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RC