La población de Homún, Yucatán, se encuentra en “estado de alerta”, sobre lo que pueda determinarse en la audiencia que se llevará a cabo hoy, en Juzgado Segundo de Distrito, por el Juez Rogelio Leal Mota, luego de que la empresa Producción Alimentaria Porcícola (PAPO), interpusiera un documento emitido por la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), avalando el funcionamiento de la granja de cerdos instalada en esta población, cuya operación afectará el agua de esta comunidad, señaló José Clemente May Echeverría, secretario de Kanan Ts’ono’ot (Guardianes de los Cenotes).
Dijo que una vez conociendo el fallo y en acuerdo con la asamblea, se determinará las acciones para tomar a favor de seguir defendiendo el derecho de la niñez de esta localidad para desarrollarse en un ambiente sano.
Ayer se podía observar, que la población continuaba con sus actividades habituales, luego de que el pasado martes los centros turísticos, cenotes y hospedajes cerraron sus puertas como medida de presión al Gobierno del Estado, por haber emitido el aval que interpuso la megagranja que forma parte de del modelo de parcería del Grupo Porcícola Mexicano, mejor conocido como Kekén, para que pueda albergar a más de 49 mil cerdos.
Ángel, empleado de un área para acampar, que se encuentra por la zona Oriente del poblado, precisamente por el rumbo donde se ubica la mega granja, en la carretera que conduce al vecino poblado de Huhí, señaló que afortunadamente desde que, en 2018, que se otorgó la suspensión de operaciones en la granja, el turismo retornó a la localidad, pues los malos olores que se respiraban por el lugar llegaron a ser insoportables.
“No era agradable que acudieras a pasar un rato con la familia y estés oliendo excremento de cerdos, además de que el turismo empezó a escasear desde que se informó de la contaminación que la granja de cerdos le estaba ocasionando al agua”, señaló.
Calificó, como un retroceso el que sólo se piense en reactivar un foco de contaminación “muy grave para el agua; además, que con la pandemia se vivió una baja considerable en el turismo que llega a la localidad, por lo que, volver a poner en operación esta granja sería la sepultura del turismo en Homún, aunque la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) haya evaluado ya el impacto ambiental del proyecto”.
Por su parte, Florentina Chalé, mujer mayahablante de 79 años, lamentó que el agua del municipio este sufriendo tal contaminación, “ahora de nada te sirve tener pozo en tu casa si su agua no sirve para beber y ni siquiera para bañarte como cuando era joven”.
“Recuerdo que de niños, nuestros papás nos mandaban a sacar agua al pozo incluso, para hacer la comida, ahora está solo sirve para regar las plantas, y nadie quiere darse cuenta del daño que le estamos causando a la madre tierra, solo piensan en sus intereses y no en su comunidad”, aseveró.
En tanto, Abril Granados, habitante del lugar, indicó que en un principio la gente pensaba que el conflicto en contra de las granjas de Homún, que inició en el 2016, era solo del interés de los prestadores de servicios turísticos, pero ahora se han sumado más personas, “porque se han dado cuenta que la operación de las granjas es un peligro para el agua de gran parte de Yucatán, ya no es defender negocios y empresas, si no defender la salud de nuestros hijos y la supervivencia de muchas especies”.
Dijo que por encima de los intereses de los negocios debe prevalecer el interés común, de ahí la importancia de hacer todo por defendernos y es por eso que estuvo presente en la manifestación que se realizó el pasado martes a las puertas del Palacio de Gobierno.
José Clemente May Echeverría indicó que hoy es un día trascendente, pues debe realizarse la audiencia en el Juzgado Segundo de Distrito, y que según el resultado determinará el futuro de la granja y de la movilización de los pobladores, “por lo que sé es que la planta de tratamiento de aguas en la granja ya está lista para su funcionamiento”.
“Nosotros tenemos entendidos que esto ya había sido juzgado anteriormente, por lo cual pensamos que sólo es una maniobra para favorecer a la empresa Kekén, y por lo cual estaremos atentos a lo que suceda y una vez que se conozca la determinación del juez analizarán que acciones se llevaran a cabo”, dijo.
Concluyó señalando que se tiene un grupo en el cual están involucrados prestadores de servicios, dueños y encargados de cenotes, restauranteros y la sociedad interesada, quienes por medio de una asamblea se determinarán las acciones a seguir, siempre en defensa del agua y de la niñez.
Se mantiene criadero sin actividad
Las instalaciones donde la empresa Producción Alimentaria Porcícola (Papo), la cual pretende reiniciar operaciones de la megagranja criadora de más de 49 mil cerdos, se mantiene hasta el momento sin movimientos operativos.
Únicamente se le puede identificada por los letreros con las leyendas de “Solamente personal autorizado” y “por su seguridad y la nuestra está siendo grabado”, anuncios que están a lo largo de todo el camino que conduce al portón, en donde se encuentran dos vigilantes, quienes piden a todo aquel que se acerca, sin justificación alguna, abandonar el lugar.
El criadero se ubica en la zona Oriente del pueblo, a siete kilómetros de la Plaza Principal, con rumbo al poblado de Huhí, este complejo que forma parte del modelo de aparcería del Grupo Porcícola Mexicano (Kekén), no tiene identificación o rotulación alguna, basta con preguntar a algún tricitaxista o poblador para que expliquen la ubicación del lugar.
“Como no voy a saber dónde queda la granja de cerdos, si todos respirábamos sus olores” dijo un conductor de tricitaxis que no quiso identificarse, pero que amablemente explicó por dónde se encuentra el sitio.
Con un camino de terracería, pero en excelentes condiciones, de aproximadamente un kilómetro hacia el Sur, alejado de la carretera, se reconoce la entrada de la graja, en la cual desde el inicio están los letreros que señalan que se está ingresando a propiedad privada.
Al llegar a la reja de acceso, que está cubierta con lonas, al menor ruido salen dos vigilantes, quienes informan que no está funcionando y que no pueden dar más informes, por lo que piden retirarse del lugar, no sin antes anotar las placas del vehículo.
Aunque no existen casas habitación cercana al sitio, los habitantes señalan que por el momento no han visto actividad de camiones de ingreso o salida con cerdos. “Si está en operación lo están haciendo, muy discreto, aunque no creo porque el olor los delata enseguida” dijo el tricitaxista.
El Gobierno del Estado ha informado que el establecimiento continúa sin ningún tipo de funcionamiento desde la implementación de la suspensión, derivada del juicio de amparo por amenazar el derecho de la niñez de Homún, a un medio ambiente sano y la contaminación del agua.
Pobladores defienden a vivir sin contaminación
Lo que en un principio se pensó que era un conflicto de los “cenoteros”, el cual era apoyado sólo por un 10 por ciento de la población, ahora toda la población entiende que es un problema grave de contaminación del agua de la localidad, que afecta a todos, señaló María Chin Toloza, una de los nueve mil habitantes con los que cuenta este poblado, y que está luchando a favor de que sus niños, para que crezcan en un ambiente sano, dijo estas a favor de mantener la suspensión de las operaciones de la mega-granja porcícola, que tiene más de 49 mil cerdos.
Este poblado ha estado, desde el año 2016, en una lucha constante en contra de la operación de la empresa Producción Alimentaria Porcícola (PAPO), por los riesgos que la actividad representaría para el medio ambiente, el agua y la niñez de las comunidades mayas de esa zona del Estado de Yucatán.
Esta defensa incluso ha sido motivo porque su población, representada por la asociación Ka’anan Ts’onot, haya sido galardonada con el Corazón del León, reconocimiento otorgado por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Guadalajara (FEU).
Igualmente, el poblado ha sido inspiración para la realización de un cortometraje, “Ka’anan Ts’onot, guardianes de los cenotes”, producido de manera comunitaria, y en el cual se resume en tan sólo trece minutos, los años de lucha jurídica de la población en contra de la imposición de la mega granja de cerdos en la comunidad.
Ubicado a 55 kilómetros de Mérida, este poblado su fuente de ingreso de la mayoría de las familias proviene del ecoturismo, por lo que se defienden ante las voces que señalan que el proyecto de la granja generaría empleos, “pero lo único que quieren es ocultar el daño que ocasionará los desechos de los animales y las enfermedades que causará el agua contaminada”, dijo María Chin Toloza.
El poblado cuenta con cerca de 300 cenotes, de los cuales 20 están habilitados para la llegada del turismo y a esto se suma que cada sitio cuenta con restaurantes, hoteles, lugares para acampar, renta de chalecos salva vidas y tiendas de abarrotes y artesanías.
Se dice que el 60 por ciento de la población está dedicada al sector turístico, lo cual incluye a los “encanchadores” y tricitaxistas, quienes llevan y recomiendan los lugares a visitar. El acceso a los cenotes tiene un costo entre los 30 y 50 pesos, en tanto que hay paradores turísticos cuyos costos, por pasadía, cuestan cerca de 250 pesos aproximadamente. La mayoría de la población de Homún son hombres, con un 49.7 % mujeres y un 50.3 % hombres; de los cuales cerca del 3 mil 877 de sus habitantes hablan maya como segunda lengua, según el censo realizado por el INEGI.
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La península de Yucatán alberga la reserva de agua dulce más importante del país, llamada “Reserva Geohidrológica del Anillo de los Cenotes”, de la cual Homún es una parte muy importante.
JG