El Acuífero de la Península se encuentra en riesgo por el consumo del agua para el ser humano, problema que se debe al crecimiento poblacional, así lo reveló el doctor José Adán Caballero, director de la Unidad de Ciencias del Agua del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY).
Explicó que, si los gobiernos de los tres niveles de gobierno no hacen nada, para el 2030 la capacidad del acuífero se verá rebasada por la demanda del líquido por la población de la región, motivo por lo que se requiere de una inversión inmediata de más de 17 mil 261 millones de pesos, para que se puedan palpar resultados a mediano plazo.
Mencionó que, para lograr medianas condiciones, para mantener el recurso hídrico, y la gente tenga acceso a este recurso vital en dicho año, la demanda por el agua en la Península de Yucatán podría ascender a los dos billones 170 mil millones de litros de agua, recurso que actualmente no se cuenta.
Señaló que el Programa Hídrico Estatal 2014-2018 para Yucatán identificó que casi un tercio de la población carece del servicio de agua entubada, por lo que sus fuentes de abastecimiento son pozos y cenotes; la mayor parte de la infraestructura de saneamiento es correspondiente a fosas sépticas, además de que hay carencia de una red de drenaje.
Explicó que, en Mérida, Campeche y Cancún, las ciudades más importantes de la Península, no se cuenta con un sistema de drenaje específico, ya que en la mayoría de los casos son fosas sépticas, y no hay suficientes plantas de tratamiento de aguas residuales, lo que genera contaminación física, química y biológica.
Caballero Vázquez puntualizó que el agua residual generada en la región es de aproximadamente 237 mil millones de litros, pero el 98 por ciento de este no es tratada, lo que convierte a la Península en un lugar vulnerable a la contaminación, motivo por el cual dijo se requieren ordenamientos territoriales y ecológicos en la región.
“Añadió que, si bien se han realizado estudios y muestreos de agua en los cenotes, estos datos son insuficientes para establecer acciones determinantes en la conservación de cuevas, cavernas, mantos de agua subterránea y así evitar más daño y contaminación, por lo que exhortó a tener mayor compromiso con las tareas de protección al medio ambiente.
Indicó que se está desarrollando un Atlas de Humedales para establecer con datos científicos la salud de éstos, ya que, es vital su conservación y preservación para que las zonas poblacionales puedan subsistir.
“A esta situación hay que agregarle los grandes volúmenes de sargazo que están arribando a las costas de Quintana Roo que tras descomponerse vierten lixiviados al subsuelo, que se mezclan con el agua dulce y están ocasionando un daño al equilibrio del agua dulce de nuestras costas”, manifestó.
El docente hizo un llamado a la sociedad a establecer una mayor responsabilidad y compromiso a las tareas de protección del medio ambiente, a las medidas de control en uso del agua y la preservación de estas áreas naturales que son fuente de vida para el desarrollo y supervivencia del ser humano.
El gobierno federal no tiene los recursos para atender esta condición y el problema crece con el desarrollo de centros habitacionales no planeados, cambios de uso de suelo que deforestan y asentamientos poblacionales irregulares.
La observación de los científicos advierte la mortandad de la barrera de corales que se encuentra frente a las costas de Yucatán y Quintana Roo, en donde especies en florecimiento están siendo diezmadas por contaminantes y pulverizando el desarrollo de las plantas y peces que se desarrollan en estos ecosistemas.
El científico pidió al gobierno y la sociedad detener el daño que se ocasiona al medio ambiente, ya que, de no hacerlo, muy pronto se podrá perder no los espacios naturales y la gran reserva de agua dulce de la región.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
JG