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Yucatán

Paloma, la historia de una joven que se embarazó a los 13 años en Celestún, Yucatán

“Yo iba caminando y la patrulla se paró a mi lado y me dijo que si me llevaban... Pues como lo vi guapo y chistoso me subí”, comparte Paloma al relatar cómo quedó embarazada la primera vez
Pablo se fue distanciando y Paloma no tuvo más remedio que decirle a su madre, una mujer viuda que se hizo cargo de sus cuatro hijos
Pablo se fue distanciando y Paloma no tuvo más remedio que decirle a su madre, una mujer viuda que se hizo cargo de sus cuatro hijos / Daniel Silva

A sus 18 años, Paloma ya cuenta con tres hijos. El primero lo tuvo a los 13 años, cuando se enamoró de Pablo, un policía federal de 25 años de edad que estaba de paso por Celestún, de donde es originaria.

“Yo iba caminando y la patrulla se paró a mi lado y me dijo que si me llevaban (para cuidarme), porque a las niñas bonitas como yo, se las robaban. Pues como lo vi guapo y chistoso me subí”, cuenta, mientras recuerda y sonríe un poco.

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Yucatán ocupa uno de los primeros lugares a nivel nacional en cuanto a embarazo en adolescentes, y el primero de la península, ya que tan sólo en el 2020 se reportó que dos mil 31 yucatecas, de entre 12 y 17 años, ya tenían al menos un hijo vivo. Además, en lo que va de este 2021, de acuerdo a datos de la Secretaría de Salud Nacional, Yucatán registró 37 alumbramientos en niñas de 10 a 14 años, así como mil 284 en adolescentes de 15 a 19.

Después de esa vez, Pablo pasaba por ella para verse a escondidas, “según (veía mi mamá) iba a la escuela, pero en realidad me iba con él a la playa, o a otros lugares. No pasaba nada, solo me besaba y me decía que no me haría nada que no quisiera. Así que pues sólo besos, ya sabes alguna mano, pero nada más. Cuando era hora, él me regresaba a mi casa, o a la escuela”.

Recuerda que así pasaron varios meses, que incluso Pablo le prometió casarse con ella.

“Estaba enamorada o sentía que él lo estaba. Pero me decía que ya tenía que ser su mujer, porque pues eso hacen las esposas y así pues me acosté con él, me dijo que él me cuidaría, pero lueguito salí embarazada”, narró.

Después Pablo se fue distanciando y Paloma no tuvo más remedio que decirle a su madre, una mujer viuda que se hizo cargo de sus cuatro hijos, después que se murió su marido.  “Mi mamá me dijo que era mi problema, que ella no me lo iba a mantener, que sólo me iba a ayudar en el embarazo”, dijo.

Paloma recuerda que todos los días iba a buscar a Pablo al hotel donde estaba viviendo, hasta que sus compañeros les dijeron que había pedido su cambio.

“Ahí fue como que me cayó todo. Me di cuenta que estaba sola, nunca me quiso y que sólo quería eso de mí. Ahora que estaba embarazada, sus compañeros no sabían de nuestra historia, así que vi la manera de relacionarme con ellos para ver si sacaba algo para mantener a mi hijo”, indicó.

Paloma se estuvo relacionando con ministeriales y policías hasta que su embarazo fue notorio; sin embargo, cuenta que su intención nunca fue imponérselo a nadie pues sabía de quién era.

“No quise achacarle mi hija a nadie, solo buscaba cómo obtener dinero porque estaba sola y necesitaba juntar para los pañales y todo eso. Nunca quise abortar, no sé, no me pasó por la cabeza”, señaló.

El embarazo pasó sin problemas físicos, pero Paloma se sentía sola, y triste pues comenta que esa no es la vida que esperaba tener a los 13 años.

“Decía que iba a ser maestra en ese tiempo, pero me enamoré y valió, o bueno creí que eso era amor. Ahora veo las cosas de otra manera, los hombres no saben querer”, se quejó.

Llegándose el tiempo de dar a luz, su madre la acompañó y le recordó que hasta ahí era su ayuda, que ahora ella debía hacerse cargo, “ya que nació mi hija, pues yo busqué la manera de sacar dinero. Estaba joven, conocí a otro policía y me fui con él para otra ciudad, y le dejé a la niña a mi mamá, pero le mandaba dinero, cada semana 800 o mil pesos”.

Justo al cumplir 15 años, Paloma dio a luz a su segunda hija, fruto de la relación que tenía desde hacía poco más de un año. Sin embargo, con el nuevo integrante de la familia, los gastos subieron y su pareja le dijo que ya no podía darle dinero para que le mandara a su mamá, porque su hija era prioridad. Eso creó un conflicto en la relación y finalmente se separaron, quedando Paloma sola con la menor.

“No lo culpo, tenía razón, la otra niña no era su responsabilidad, pero tampoco podía dejarla sin dinero. Así que nos dejamos y yo me quedé sola, (entonces) trabajé de mesera en bares y así, primero me cuidaba a mi hija una vecina, pero después se la llevé a mi mamá. Como seguía mandándole dinero, pues me la aceptó”, relató.

Las semanas pasaron, y conoció al que es su pareja en la actualidad, un ministerial de 40 años, que la aceptó con sus dos niñas. Su relación fue rápida comenta Paloma, y poco después de cumplir 16 años, dio a luz a su tercera hija.

“Esa fue la última, me operé. Yo no quería, pero mi mamá me convenció de hacerlo. Pero fue difícil decidir, porque pensé que tal vez en un futuro quisiera otro, pero ya no podré”, mencionó.

Actualmente Paloma tiene 18 años, y tres hijas, de las cuales dos están bajo el cuidado de su madre, por lo que tiene a la más pequeña.

“Ahorita estamos bien, pero uno nunca sabe que va a pasar mañana. Él es mayor que yo y celoso, pero pues no le doy motivos de nada, me da dinero para mis hijas y con eso estoy bien. Pero no sé qué pase mañana”, reflexionó.

Paloma contó que dejó incompleta la secundaria y no tiene planes de reanudar sus estudios, por lo que a veces vende zapatos y cosas por catálogo para sacar dinero extra, para sus otras dos hijas, sin tener que pedirle a su marido. Además, las ve seguido y espera que más adelante vivan con ella.

“La gente piensa que no las quiero, pero las dejé con mi mamá para conseguir dinero, como sea, y ellas pudieran comer y vestir. Ser madre soltera es difícil, pero ser madre y más a los 13 años, es algo nadie debe pasar. Sin embargo, no me arrepiento de tenerlas”, finalizó.

Un tema de salud

El embarazo en adolescentes es un tema de salud y social a nivel nacional, ya que México ocupa el primer lugar en entre los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Esto va directamente relacionado con que el 23 por ciento de los adolescentes comienzan su vida sexual entre los 12 y 19 años, de los cuales el 15 por ciento son hombres y el 33 % mujeres. Estas circunstancias llevan a tener un total de 340 mil nacimientos en mujeres menores de 19 años, según las estadísticas del Instituto Nacional de las Mujeres a fecha de junio del presente año.

Por otro lado, cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indicaron que, en 2020, Yucatán ocupó el primer lugar a nivel peninsular de embarazos entre jóvenes de 17 años, con un total de mil 199 casos. Otro grupo de edad con incidencia de casos fue el de 14 años, con 51 menores que se convirtieron en madres.

Con respecto a las mamás menores de 18 años, Mérida concentra el mayor número de casos, con 763 jóvenes, mientras que en 10 municipios reportaron más de 45 casos como son Motul (49), Hunucmá (50), Ticul (57), Oxkutzcab (60), Progreso (94), Chemax (63), Maxcanú (56), Tekax (72), Tizimín, (119) y Valladolid (87).

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JG

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