La reubicación y acercamiento de los paraderos a partir del 2 de octubre es benéfica para los usuarios del transporte público, afirmó Eduardo Monsreal, analista del Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida, quien añadió que se debe dar prioridad al peatón y atender la necesidad de desahogar la presión vehicular del Centro Histórico.
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Al remarcar que esa zona funge como un punto de transbordo entre las diferentes rutas de camiones que van a toda la ciudad, consideró que a mediano o corto plazo el Centro deberá ser un área peatonal, sobre todo en áreas con alto flujo de personas como mercados, Plaza Grande y calle 60.
Agregó que las quejas por el alejamiento de los paraderos por los usuarios, hasta cierto punto eran justificadas porque la gente debía caminar un poco más, en un futuro se deberá considerar la reconfiguración de las rutas camioneras para así desahogar la presión del Centro.
“La idea es esa, dotar espacios para el peatón, y aprovechando la coyuntura de la contingencia, se ha ido experimentando con ciertas opciones de peatonalización del Centro Histórico, se ha visto una reducción de accidentes durante el tiempo en que estuvieron los maceteros”, indicó.
Insistió en que, si se desea trabajar en un sistema de peatonalización más fuerte, se deberían de reconfigurar las rutas de camiones, así como ensanchamiento de las banquetas, para así aprovechar al máximo el espacio y la gente pueda caminar con mayor seguridad y comodidad en el Centro.
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JG