“Es una época muy difícil, ha sido un crudo inicio de año para todos en Yucatán, pues los pobres nos hacemos cada vez más pobres, no tardará y terminaremos como en los países menos favorecidos en el mundo, donde el hambre mata más que el mismo virus”, expresó Antonio Coh, vendedor ambulante.
Varios de estos comerciantes en la ciudad se encuentran pasando por una mala racha económica, pues aseguran que sus ingresos han sentido el duro impacto de la crisis que se vive a nivel mundial y que ataca principalmente al comercio informal, disminuyendo sus ventas hasta en un 70 por ciento, ya que muchas veces y debido al no poder pagar un derecho de piso, tienen que estarse movilizando constantemente, por lo que no acaparan a un tipo de cliente especifico, sino que se la pasan “pescando” clientela para poder “sacar la ganancia del día”.
El Ayuntamiento de Mérida tiene un registro de alrededor de 400 vendedores ambulantes en el primer cuadro de la ciudad, casi el 50 por ciento de estos no cuenta con un permiso, sin embargo, los comerciantes comentaron que, si bien no adquieren el permiso es porque el costo es muy elevado y en muchos casos el pagar ese precio implicaría quedarse una semana y media sin ganancias, y al ser su único medio de subsistencia el tener un permiso se ha convertido en un lujo.
Tal es el caso de Francisco Trujeque García, quien ha sido vendedor ambulante por casi tres décadas, quien afirmó a POR ESTO! que no tiene para sacar un permiso, pues sus ventas han decaído un 70 por ciento, y aunque lleva casi toda su vida vendiendo en el centro de la ciudad, prefiere dar “para el chesco” que hacer un gasto del cual no se pueda recuperar tan fácil, pues el permiso tiene un costo aproximado de mil 391 pesos.
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“Llevo mucho tiempo vendiendo aquí, y antes había muchos que se ponían a vender sus productos, pero eran levantados cuando llegaban los operativos y veían que no tenían sus permisos, pero la gran mayoría no tiene para pagarlos, si fueran más accesibles quizás todos tendrían uno, por eso preferimos “dar para el chesco” que sacar de golpe para pagar un permiso, si contrabajo tenemos para comer”, expresó.
Si bien estos comerciantes han sido uno de los sectores más golpeados por la pandemia, pues su medio de vida es la calle, y necesitan el contacto directo con la gente para convencerlos de adquirir sus productos y llevar el pan de cada día a sus hogares, con el aumento de contagios por ómicron que se ha estado dando desde los primeros días del año y el probable aumento a finales del mes en curso, estos aseguraron no poder resistir un impacto más si se da un nuevo confinamiento en el Estado de Yucatán.
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CC