El sector restaurantero del Malecón Tradicional es afectado debido a los múltiples casos de contagio por COVID-19 entre sus trabajadores; esto, debido a las bajas de hasta cinco personas que han reflejado estos espacios, donde constantemente se ha solicitado personal para cubrir las vacantes que han empezado a dejar los enfermos.
Por otra parte, el Frente Frío Número 22 causó que la cantidad de visitantes se redujera, pasando de 4 mil personas en sus mejores momentos a 500 visitantes.
Sólo en “Los mariscos de Chi-Chí” trascendió que una integrante del cuerpo de cocineros y dos personas más resultaron contagiada; restaurantes como “Carabela”, “Eladios” y “Tommys” atraviesan también por bajas considerables que ha causado que se anuncien vacantes solicitando personal.
Uno de estos casos corresponde a R.M.F.R., de 30 años de edad, y con oficio de chef en uno de los establecimientos, donde asegura que pese a que seguía al pie de la letra cada uno de los protocolos de higiene y de manera personal se protegía del contacto en el exterior para conservar su oficio, finalmente fue diagnosticada como positiva al COVID-19, apenas el viernes pasado.
“Sólo yo me sentí mal en el restaurante donde laboro, no lo pensé mucho y me hice un examen para salir de dudas. Me sorprendí mucho cuando me dijeron que sí tenía el virus. Soy de las personas que se cuidaba mucho y ahora padezco la enfermedad”, sostuvo el trabajador.
Parte de la culpa, aseguran los trabajadores, recae en el turismo local y extranjero, pues los restaurantes y espacios comerciales sostienen que cumplen con las restricciones sanitarias establecidas; sin embargo, los comensales indican que ni portan el cubrebocas obligatorio al esperar una mesa o cuando mantienen plática con el personal de los puntos que visitan.
“Por todo esto hay miedo de que vuelvan a cerrar el Malecón, lo único que hemos escuchado es que habrá restricciones más severas, disminuyendo circulación y entrada de la gente a partir de los últimos días de enero, es lo que se escucha entre los colegas”, expresó Ángel Rosado Pech, mesero de “Los mariscos de Chi-Chí”, restaurante donde solía trabajar hace un par de meses la chef contagiada.
Los contagios ascendentes también fueron confirmados por Víctor Nicoli Muñoz, expresidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) del puerto, y argumenta que solo en las últimas dos semanas ha habido 20 casos nuevos en los negocios del rubro restaurantero.
“Donde más empleados tienen es donde más contagiados salen, es normal por la cantidad de personas que mantienen contacto entre sí. Ahora no tengo muchos empleados, en la temporada decembrina tuve bajas y me hacían falta manos para cada fin de semana”, indicó.
A ello, agregó que desde la semana pasada, ha habido un descenso gradual, pero en afluencia, argumentando que se debe a un pánico general que se ha causado con el cambio de semáforo que anunció el Gobierno Estatal.
“La gente dejó de venir de manera masiva al Malecón, porque tiene miedo o están contagiados haciendo cuarentena. Estamos conscientes que se viene un desorden en ese tema, pero también somos optimistas con lo que dicen los especialistas que esta cuarta ola salga más rápido que las anteriores”, especificó Nicoli Muñoz.
Otro factor que toman en cuenta los restauranteros es que hasta el momento descartan un cierre del Malecón, pues antes de ello auguran que tendrían que cancelarse los atraques de cruceros, mismos que han llegado hasta cuatro veces por semana.
“Hace una semana salió el rumor que iban a cancelar los tres barcos de esta semana, pero nada, al contrario, hasta llegó uno más. Tenemos como prioridad las decisiones que hacen en Estados Unidos las navieras, pues de tomar la determinación de frenar actividades, se tendría el cierre que tanto temen todos aquellos porteños dedicados al turismo”, alegó el entrevistado.
Dentro de las razones del personal que ha renunciado a los restaurantes ubicados en la zona del Malecón, también persiste la razón de proteger la integridad y alejarse del ámbito para no contraer la enfermedad.
“Ya terminó la verdadera temporada, ahora viene una pausa bastante prolongada que en años anteriores servía para descansar y tomar fuerzas para recibir la locura de actividades que nos daba el Carnaval. Ahora la prioridad es no contagiarse, yo por eso renuncié al restaurante ´Almadia´ donde era garrotero y busqué lugar en un establecimiento más alejado, fuera del Malecón por cómo están los índices de contagio”, precisó Juan Pablo Hernández García.
El excolaborador de “Almadia”, también afirmó que un mesero en un día cotidiano puede ganar hasta 400 pesos en propinas, mientras que en un lleno total en el Boulevard “Romeo Frías Bobadilla”, solo en propinas puede salir con una bolsa de hasta 2 mil pesos.
Ingresa el Frente Frío número 22
En cuanto a la jornada dominical, el Frente Frío número 22 redujo las entradas de turistas a la costa del puerto, las cuales habían tenido censos por encima de las 4 mil personas. Rezagando en esta ocasión a alrededor de 500 almas que visitaron la playa.
La mayoría de los visitantes permanecieron fuera de la playa, usando el barandal como área para degustar pescado y tomar cervezas; aunque pocos recurrieron al uso de cubrebocas y cuidados de higiene dentro de los establecimientos dedicados al comercio.
Parte de lo destacable, fue un saldo blanco que se tuvo gracias a recorridos de la Policía Municipal, que se vieron reforzados con brigadas de elementos estatales, esto luego de que el sábado se intensificara la actividad por un doble asesinato en la comisaría de Flamboyanes, cuyo autor persiste en el anonimato de su paradero.
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