Con apenas seis meses de estudio, en un curso que imparte la Secretaría de Turismo, se están formando guías de turistas al vapor en Chichén Itzá, sin conocimientos suficientes para responder a las expectativas de los turistas.
Edgar Dzul, guía certificado con más de 20 años de experiencia, y presidente de la Asociación de Guías Turísticos de Yucatán, pidió a Patronato de Unidades Culturales y Turísticas (Cultur) ser más estricto en cuanto a la profesionalización de las personas que se dedican a este oficio, para poder expedir las credenciales, porque “hay un exceso de emisión” de licencias, lo que genera que surjan guías que no son aptos.
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“Por uno, creen que todo el gremio está haciendo mal su trabajo”, lamentó el guía.
Como dimos a conocer, un visitante denunció fraude en los servicios turísticos dentro de la zona arqueológica, luego de que contratara a una mujer guía que no tenía los conocimientos suficientes sobre la cultura maya. Subió a internet un video donde contaba su mala experiencia y se viralizó.
A los pocos días, surgieron voces del gremio que se quejaban de la corrupción que impera en la zona, donde guías “pirata” prestan sus servicios, amparados por acreditaciones de la Secretaría de Turismo (Sectur) federal.
Días después, surgió otra denuncia pública de tráfico de influencias de las autoridades de la zona, específicamente sobre su director, Marco Antonio Sánchez Ramírez, quien ofrece recorridos especiales, fuera de horario, a sus amigos y conocidos. También se le acusa de permitir las subidas al Castillo de Kukulcán.
El viernes pasado, Por Esto! visitó la zona arqueológica y le solicitó a Sánchez Ramírez una entrevista, pero se negó a dar la cara, con el argumento de que estaba en una reunión oficial; envió a un empleado a decir que “todo lo relacionados con la comunicación” se veía en las oficinas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en Mérida. Pese a la polémica, prefirió guardar silencio.
En ese contexto, un guía “decano”, con más de 30 años de servicio, y quien pidió el anonimato, reveló que hay personas que ofrecen credenciales de guía hasta en 30 mil pesos. Se quejó de que la Sectur -que los certifica cada 4 años- ha desvalorizado los cursos de capacitación; les ha ofrecido, incluso, enseñarles “cómo lavarse los dientes”.
Por su parte, Edgar Dzul reconoció que la imagen de los guías se está deteriorando por lo que ha ocurrido con las malas experiencias de los visitantes; sin embargo, pidió que, como en todas las profesiones, se reconozca que hay buenos y manos trabajadores.
Aseguró que “el exceso de emisión de credenciales de guías de turistas” ha hecho que algunas personas no sean profesionales en esta labor, y esto causa mala imagen al gremio.
Indicó que Cultur debería ser más estricto en cuanto a la profesionalización de los guías de turistas para poder expedir las credenciales y éstos puedan realizar su labor. “Sé que todos tienen la necesidad de trabajar, pero no puede ser que con un curso de seis meses ya estés certificado como un guía de turistas: en seis meses no puedes aprender bien historia de México, historia prehispánica, colonial, manejo de grupos e incluso un idioma extranjero”.
Comentó que el gran número de guías que ya existen, sobre todo en esta zona arqueológica más visitada de México, ha propiciado que, así como hay muy buenos guías, haya también pésimos; descartó que esto tenga que ver con si son nuevos o viejos.
Actualmente, hay dos agrupaciones que tienen sus estands dentro del parador turístico; las cuotas que cobran por recorrido varían: si es en español, el pago es de 900 pesos y si es en otro idioma, mil 200 pesos, indicando incluso que este recorrido con explicación tiene una duración de hora y media aproximadamente.
Durante la visita a la zona, se constató al buen momento que vive el sitio, a pesar de la mal imagen de los últimos días; llegaban en buen número camiones y automóviles provenientes, principalmente, del vecino Estado de Quintana Roo.
Dentro de la zona, el panorama de los ambulantes no ha cambiado nada a pesar de la promesa de la Sectur de solucionar el tema. Los puestos de ventas de souvernirs están en los caminos del sitio milenario y, a pesar de las acusaciones de que hostigan a los turistas, los vendedores aseguran que no pueden “rebasar” la línea de sus puestos.
Tan es así que una de las comerciantes, María Ucán Balam, aseguró que las ventas están bajas desde el inicio del año; sin embargo, admitió que, cuando “agarran” a un visitante, sí procuran venderle la mayor cantidad de artesanías.
Sin embargo, sí existen comerciantes que recorren la zonay pede verseles acercarse a los turistas para ofrecerles productos. Incluso hay puestos de mercancías que no son propios de la región, pero que igual son vendidos entre los visitantes.
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JG