El fenómeno del alejamiento del mar afectó a 100 embarcaciones de navegación menor que se encuentran varadas en el puerto, tras izarse la bandera roja por el Frente Frío número 19.
Pescadores ribereños confirman con ello, el mal momento que atraviesan, pues alrededor de mil 500 pescadores de Progreso no han podido salir en busca de su recuperación económica al estar detenidos a causa del fenómeno meteorológico.
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Desde las primeras horas del martes, sobre todo en el Oriente de la ciudad, algunas lanchas amanecieron volcadas a causa de los embates del mar y las ráfagas de viento, así como por la fuerza de la arena y el sargazo que salía en grandes cantidades. El fenómeno ocasionó que el mar se alejara de la playa más de 10 metros y la dejara llena de las algas.
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“Ahorita es cuando más tenemos que prevenir que no se vean golpeadas las lanchas y hasta de que no las roben, pues estos tiempos son preferidos por los ‘piratas’, salen de noche y entre estos barquitos que son nuestras herramientas de trabajo ven qué les sirve y se lo llevan, o simplemente lo dañan por puro gusto”, dijo Sergio Kumán Bé, uno de los tantos pescadores que se dieron cita por la mañana a verificar sus botes.
“Los que hacen pesca en los barcos grandes por lo menos tienen con qué defenderse, no ganan mucho, pero no los limitan tanto como a nosotros que con fenómenos como éste ya no podemos salir a pescar, tengo 10 días sin trabajar, pues el dueño de la lancha en la que trabajo paró actividad desde el 24 de diciembre, le pedimos que no lo hiciera y no nos hizo caso”, indicó Jairo Castilla Roble.
Como se sabe, la Capitanía de Puerto detuvo acciones para la flota menor desde el pasado domingo a causa de un agresivo viento del Norte y Noroeste, de 20 a 29 nudos, con rachas de 30 y oleaje de siete a nueve pies sobre el litoral yucateco.
Pese al desalentador panorama, ayer regresaron varios hombres de mar a embarcaderos como el de la comisaría de Chuburná y al refugio “La Caleta” para iniciar labores en sus pequeñas embarcaciones a fin de volver a altamar por especies de escama.
“El pescador ribereño es quien más padece estos tiempos, pues aparte de que no hay trabajo se paga menos el viaje que hacemos por día, ahorita en el final de la semana con mucha suerte vamos a ir por sardina que está apenas a 12 pesos el kilo, no es nada, pero necesitamos laborar”, expresó Alexander Ulloa Córdoba.
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CC