En el municipio de Mérida existen 316 zonas de “protección arqueológica”, que van desde las ciudades precolombinas de T’ho y Dzibilchaltún, hasta zonas de asentamiento rural, y varias de ellas tienen una antigüedad de más de dos milenios, e incluso, hasta contaban con juego de pelota.
El problema es que, a excepción de este último sitio prehispánico, los demás permanecen en el olvido, no solo para los turistas, sino además para la población en general, ante la falta de promoción del Ayuntamiento de Mérida.
Lo peor de todo: permanecen descuidadas y abandonadas, por lo que la maleza es abundante; unas fueron vandalizadas, e incluso, en sus alrededores hay basura acumulada, tal como se constató en un recorrido por el lugar.
El desinterés político por estas áreas precolombinas impide el aprovechamiento cultural y turístico de los sitios; tampoco ayuda que, para muchas personas, son “solo piedras alineadas”.
Por si fuera poco, en el módulo municipal de información turística ubicado en los bajos del Palacio Municipal, los encargados dijeron desconocer los parques o lugares donde existen edificios prehispánicos, además de que el city tour (recorrido turístico por la ciudad) no los contempla.
Desafortunadamente, en los sitios donde hay vestigios mayas, no hay información correspondiente, por lo que los visitantes no pueden saber sobre la importancia del sitio.
El presidente de la Cooperativa de Guías de Turistas Certificados, Francisco González Hernández, lamentó la desinformación que prevalece y reconoció que es un atractivo turístico que la Comuna no ha sabido explotar.
“Los turistas gustan de ir a ciudades coloniales donde además existan vestigios prehispánicos, como Izamal y Aké, y aquí existen muchos sitios que podrían explotarse de esa manera, como el parque arqueológico de Xoclán o el sitio ubicado en el fraccionamiento del Parque”, apuntó.
Incluso, recientemente se abrió al público el parque arqueobotánico de Anikabil, pero la falta de promoción frena el arribo de visitantes, e incluso, personal que labora en la hacienda desconoce la existencia de vestigios arqueológicos.
Gran interés
“Claro que hay interés de los turistas por conocer esos lugares, pero desgraciadamente no hay folletos informativos ni señalamientos en las calles que indiquen su ubicación”, recalcó.
En el corazón
Enclavada en el corazón de la civilización maya, Mérida registra gran número de ruinas mayas, muchas de los cuales ya fueron engulladas por la mancha urbana y se encuentran en medio en zonas habitadas.
Datos del departamento del Patrimonio Arqueológico del Ayuntamiento revelan que actualmente se encuentran definidas 316 zonas de protección en el municipio, que representan poco más de 12 mil hectáreas, es decir, el 14 por ciento del territorio de Mérida.
Las áreas de preservación arqueológica son las que guardan vestigios mayas o en las que, con base en elementos arquitectónicos, topografía del terreno, características del subsuelo y documentación histórica o de temática arqueológica se presume la existencia de vestigios, y que su contexto está expuesto al cambio o asignación de uso de suelo.
Sin embargo, no les interesa su difusión turística, solo el contar con el registro que les ayuda a la protección y conservación de sitios o monumentos arqueológicos.
Esto a pesar de que el departamento tiene registrados Mérida 15 parques arqueológicos -11 en el interior de la ciudad y los restantes en nuevos desarrollos más allá del anillo periférico—; los más grandes son el de Xoclán y el de Anikabil.
También está el Parque Ecológico del Oriente, en el fraccionamiento del Parque, cuya principal pirámide es Chen-Hó.
Aunque estos sitios son visitados por vecinos del lugar y algunas agrupaciones, no existe información para que las personas puedan conocer ni siquiera el nombre oficial, sus características, la época de su construcción, entre otras; están prácticamente olvidadas.
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CC