Con más de ocho años de ser un ayudante de Santa Claus en Yucatán, Omar Pingus llena las calles del Centro Histórico de Mérida de alegría y buenos deseos, afirmando que, ver la emoción en los ojos de los niños es su mayor satisfacción.
El papá Noel de 78 años manifestó que, además de ir repartiendo amor en el Centro de Mérida, le encanta ir a los hospitales y albergues, señalando que, el ser recibido con una mirada de asombro y un abrazo por parte de los pequeños, lo llena de vida.
"Los niños son el mayor tesoro que hay en la tierra, no sólo son el futuro del mañana, sino que representan la inocencia y pureza del ser humano, el que me regalen una sonrisa es mi mayor recompensa" dijo.
Pingus compartió con Por Esto! que, mientras tenga vida y salud continuará con la tradición de dar felicidad a chicos y grande la blanca Mérida.
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JG