Vecinos de la colonia Emiliano Zapata Oriente viven hartos y atemorizados por perros callejeros, desde hace dos semanas, pues una jauría de 15 canes no solo les ha robado el sueño, por los interminables ladridos, sino que han perseguido niños y han tirado a ciclistas.
Hasta ahora, sus constantes llamados a la perrera municipal y asociaciones rescatistas no han rendido frutos.“No queremos que los lleven a matar, ahora sé que hay un programa en la perrera municipal donde los dan en adopción o los esterilizan y luego los sueltan, eso estaría bueno; todo este embrollo se dio porque una perrita, que por cierto tiene dueño, está en celo y atrajo a todos los perros de las distintas colonias aledañas; el problema que se han vuelto agresivos y no dejan dormir por la noche, pues a las 3:00 de la mañana siguen ladre y ladre, llorando… si pudiera venir alguna asociación a ayudarnos sería estupendo”, expuso María N.
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Los colonos comentaron que cada cuadra tiene al menos dos perros que conviven pacíficamente con los vecinos, sin embargo, al entrar en celo alguna perra les cambia el carácter y comienzan a hacer destrozos a su paso, como arrancar plantas, entrar a las casas abiertas para marcar territorios e incluso pelearse entre, lo que aleja a las personas por miedo a ser atacadas.
“Aquí en la calle hay dos que incluso les pusimos nombres, les dejamos agua se les da de comida, son machos y se comportan adecuadamente; he querido decirle a los demás de la cuadra que donemos para esterilizarlos, pero se deslindan diciendo que no son de ellos y no quieren cooperar, yo no tengo tanto dinero, vivo de mi pensión, si no ya lo hubiera hecho, la culpa es de los dueños irresponsables no de ellos”, comentó Beatriz Noh.
Los pobladores de la zona coincidieron en que los animales han causado muchas “molestias” a los transeúntes, ya que al estar a media calle o correr detrás de las bicicletas y motocicletas han tirado a más de uno, así como también han perseguido a niños y adultos mayores, por lo que temen por su integridad.
“No queremos que pase algo más grave, más allá del ruidero que ocasionan y que no nos dejen dormir, el problema es cuando provocan un accidente grave, pueden morder a alguien y aunque normalmente no son agresivos al final de cuentas son animales y uno nunca sabe, esperamos que alguna asociación vea esto y nos heche la mano”.
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AA