Vecinos de la colonia Itzimná señalaron que los trabajos que están realizando en la zona resultan molestos por el ruido. No obstante, ese fue el único señalamiento, a diferencia de lo sucedido días atrás en la colonia San Damián, donde los residentes se manifestaron abiertamente en contra de un gasoducto. Unas 100 familias de esa colonia se ampararon en contra de esta nueva tubería de la empresa Engie.
La principal actividad de los obreros y maquinaría se concentró ayer en la calle 28 con 17. Asimismo, el paso de la obra se puede apreciar en vías anexas, principalmente en la 21 y la 24.
El principal afectado, pues se encontraban laborando justo frente a su casa, aclaró que “no le molestaba”. “Yo trabajo en la construcción, entonces ya estoy acostumbrado a este tipo de ruido. Además, ahora estoy descansando a causa del COVID-19, así que me encuentro ‘encerrado’”, declaró el dueño del domicilio ubicado en la calle 17 con 20.
Otras personas, que también prefirieron el anonimato, se limitaron a decir que el ruido incomoda, pero nada más, consideraron que en cuestión de días todo volverá a la normalidad.
Por lo pronto, hubo momentos en los que el tránsito en la zona se complicó por un tractor que llenaba un volquete de escombro.
Es necesario
La colocación de gasoductos en la ciudad de Mérida “es un tema delicado”, dijo Salvador Castell, director de “Va por la Tierra”, quien agregó que “lo ideal es dejar de depender del combustible fósil”.
Pese a ser un promotor de energías renovables para la conservación del medio ambiente, aceptó que los gasoductos son necesarios. “Para una transición energética en industria tienen ciertos beneficios”, expuso.
“Logran mayor eficiencia que estar quemando combustóleo y es más económico el gas natural”, apuntó.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
CC