El miedo a la soledad o la necesidad de sentirse incluidos en el Día de San Valentín propicia que muchos tengan una pareja “tóxica” en esta fecha.
“Se tiende a idealizar al ser amado porque vemos con ese perfil que nosotros creemos que tiene la persona”, indicó el psicólogo Ángel Patrón, quien agregó que también es “porque hay una reacción fisiológica fuerte con (hormonas) oxitocina y vasopresina”.
Después de ese enamoramiento intenso es cuando la gente realmente se conoce, para que funcione una relación tiene que haber un crecimiento a la par, señaló el experto.
En caso de que alguien no quiera aceptar que las cosas están mal, “se cae en una negación que propicia las llamadas relaciones tóxicas, también una codependencia”.
El psicólogo resaltó la importancia de los indicadores de una relación problemática, pues al identificarlos se puede abordar el problema.
“El Instituto Politécnico Nacional puso en marcha un violentómetro, que ayuda a identificar esas conductas de riesgo, o como dicen actualmente, esas ‘banderas rojas’, que pueden ser celos, chantajes, prohibiciones, etc.”, expuso.
No obstante, alertó que no es sencillo que el afectado se dé cuenta de esta situación, pues lo normal es que sufra una manipulación que le genera culpa.
Por esto, consideró importante no minimizar cualquier indicio de violencia (física o verbal). En ese punto, señaló que en la misma sociedad se normalizan estas conductas.
“Por los estereotipos de género ven ‘normal’ ser muy celoso (o posesivo) si eres hombre, o si eres mujer, puedes revisar el celular de tu pareja y hacerle ‘escenas’ (de celos). Esas conductas a veces se alientan en las redes sociales”, explicó.
Uno de los temores de la gente es quedarse sola en San Valentín, sin darse cuenta que no es una celebración exclusiva de los enamorados, de igual manera la pueden disfrutar con familiares y amigos.
“Erich Fromm dice en su libro ‘El Arte de Amar’ que hay diferentes tipos: el amor a la pareja, a los hijos, a la familia, a las amistades”, destacó Ángel y apuntó que “el miedo a la soledad normalmente se relaciona con una baja autoestima”.
“Entonces, buscan que otros llenen ese vacío y resulta fácil ‘engancharse’ con cualquier persona con tal de no sentirse solos”, aseguró.
Trabajar en el amor propio es clave para evitar lo anterior y para esto Patrón indicó que “debemos tener esa iniciativa del amor propio y cultivar nuestras relaciones sociales y familiares para tener esa confianza de romper el silencio sobre nuestra vida en pareja”.
Agregó que “se debe normalizar acudir a una consulta psicológica o psiquiátrica, porque muchas veces la persona no lo puede controlar (su comportamiento)”.
Sin embargo, persiste la negativa de acudir a una cita o tratamiento psicológico con personal especializado por pena o vergüenza.
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JG