Pescadores del puerto de Chicxulub han tenido roces con pobladores temporales de las casas veraniegas en las últimas semanas. El motivo de las discusiones son los numerosos alijos que se encuentran en la orilla de la playa, sitio habitual en el que los hombres de mar dejan sus herramientas de trabajo, después de sus jornadas de actividad en altamar. Los visitantes aseguran que, al anclar sus naves en la playa están invadiendo parte de su propiedad.
Por su parte, los pescadores expresan que no cuentan con un refugio pesquero en la comisaría, en donde en dos ocasiones se ha intentado realizar el proyecto, pero la iniciativa no ha logrado concretarse por la falta de recursos y poca atención de las autoridades a las casi 500 personas que se dedican a este oficio en Chicxulub.
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“Los ricos no nos quieren ahí, a mí me reclamaron porque dejaba mi barquito, pero no puedo llevarlo a ningún lado más. Se molestan porque dicen que cerramos sus calles, pero no se acuerdan que nosotros llegamos primero. Ellos constantemente hablan con nosotros y hace como un año se iba a determinar que se fueran todos los alijos a un corralón, pero al notar que eran más de doscientas lanchas no iba a haber espacio para todos y se canceló el plan“, declaró José Pech González.
Otra alternativa que se planteó, hace aproximadamente un lustro, fue construir el punto de resguardo en un terreno llamado “Josefina”, ubicado a dos kilómetros de la comisaría, al Oriente de la carretera a Telchac, pero por falta de acuerdos tampoco se concretó.
“No tener un lugar donde dejar las unidades también afecta, por el desgaste de las lanchas, el salitre las deteriora muy rápido. Otro peligro son los robos a los que estamos expuestos, con un embarcadero tendríamos la oportunidad de que asista la policía constantemente. Pienso levantar la voz y que escuchen los colegas, para tener la iniciativa de hacer una petición por oficio a alguna dependencia, porque urge un proyecto así”, manifestó Juan Chablé Kú.
Un factor clave para la construcción de un punto de atraque también sería protegerse del mal tiempo, pues desde las tormentas a los huracanes, se amerita trabajos de más de diez horas para quitar todos los barcos de menor navegación de la costa, a fin de que no sucumban con las precipitaciones.
“Claro que hace falta un proyecto así en Chicxulub, urge esta obra. He sido testigo de cómo los señores están subiendo sus embarcaciones cada vez que existe amenaza de mal tiempo, esto lo repiten constantemente” precisó Arturo Vorrath “Archy”, conocido líder del puerto.
Actualmente, el censo de la Dirección Municipal de Pesca contempla un total de 418 hombres de mar en Chicxulub, aunque después de la temporada de pulpo pasada y el arribo de varios foráneos que optaron por quedarse en el municipio, así como aquéllos que no están registrados en el padrón, se calcula que el número rebasa los 500 pescadores.
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CC