El fraccionamiento Flamboyanes, en Progreso, dónde sólo en el mes de enero se reportaron tres homicidios, es considerado como “punto de máxima seguridad” por las autoridades. Sin embargo, el lugar no cuenta con una base policiaca o una caseta para mantener comunicación con la ciudadanía en caso de suscitarse algún percance.
Carlos Noyola Sosa, comisario de esta comunidad, calificó de insuficientes las rondas de vigilancia por parte de las unidades de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) Estatal y la Policía Municipal que se han agudizado, esto luego del asesinato de un joven de 31 años de edad el sábado pasado.
Tras los tres homicidios en la zona, los primeros corresponden a María Canul López y Even Cruz (a) Mala vida, pareja que fue asesinada durante la madrugada del 15 de enero; el otro incidente ocurrió apenas hace tres días con Manuel Ortiz López (a) Chiken, de 31 años de edad, quien perdió la vida luego de que fue atacado, cuando se desplazaba en su bicicleta dentro de la avenida de la comunidad, con un arma blanca por J. E. M. O., de 19 años de edad.
El comisario sostuvo: “no dan resultados los rondines, porque necesitamos algo permanente, desde que tuvimos en este lugar el feminicidio de María Canul se empezó a solicitar refuerzos y ayuda a la dirección de Seguridad Pública y Tránsito (DSPT) Municipal, pero la destitución de su comandante atrasó toda petición, desgraciadamente se volvió a suscitar otro asesinato el fin de semana pasado, por lo que el asunto de seguridad es tema de máxima importancia” dijo.
Ante ello, parte de las solicitudes que hizo justo en su regreso de inactividad por el coronavirus, el lunes por la mañana, fue la activación de un par de casetas a cargo de la DSPT del puerto, mientras que la petición de para la Secretaría de Transportes fue un permiso para activar un puesto de control en el entronque que da paso a la comisaría, ubicado en la carretera federal Mérida-Progreso.
“Hemos solicitado una caseta porque no tenemos, parte de las iniciativas que se están gestionando desde esta semana serán oficios para la Secretaría de Transportes, pues debido a la situación de la comisaría urge que se active un puesto de control en medio del entronque que se ubica en la carretera”, expresó el funcionario, quien apenas el lunes regresó a sus labores luego de pasar varios días en su domicilio a causa del COVID-19.
La única caseta del fraccionamiento está situada a un lado de la cancha de basquetbol al aire libre, justo a unos 50 metros de la zona de invasión. Según su placa, esta fue inaugurada en el año 2012 por la exalcaldesa María Esther Alonzo Morales. Pese a que la iniciativa se pensó disminuiría el índice de delincuencia en la zona justo en los años en que las bandas “Sur 13” y “Norte 14” tenían múltiples trifulcas, el mismo comisario Carlos Noyola indicó que durante más de siete años no se ha vuelto a activar la caseta.
“Cuando venimos aquí a las oficinas de la comisaría teníamos vidrios rotos por las pedradas, sin duda Flamboyanes atraviesa un inicio de año bastante difícil, pero confiamos en enderezar el camino con las peticiones que haremos para las autoridades. También vamos a activar torneos deportivos y regresarles la vida a los espacios públicos, esto porque si vamos a erradicar parte de lo que estamos viviendo tenemos que empezar por las nuevas generaciones”, externó.
Actualmente, Flamboyanes cuenta con 8 mil 500 personas censadas de acuerdo a datos proporcionados por Renata Barrionuevo, titular en la comisaría del programa PICIP (Programa de Intervención Comunitaria Integral y Participativa). Aunque, en la zona de invasión, de manera aproximada habría otros mil 500 habitantes.
Parte de la “nueva cara” que luce ahora la comisaría se mantiene con numerosas hileras de camionetas oficiales con policías armados y equipados dentro de cada calle, esto luego del infortunio mencionado ocurrido en la tarde del sábado 30 de enero.
Mediante breves entrevistas, policías municipales también argumentan que cada vez serán más frecuentes los recorridos en convoy en las calles de este fraccionamiento, esto con un sentido de precaución por parte de los asignados, pues confiesan que la autoridad no es bienvenida en varias de las calles de Flamboyanes, ya que su incertidumbre la asocian con la muerte de Luis Manuel Pacheco Chuc, Policía quien fue asesinado con un arma blanca y sucumbió desangrado en manos de un ciudadano, en el mes de junio del 2020.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
CC