Los pobladores de Sitilpech, comunidad del municipio de Izamal, han mostrado su preocupación por la contaminación que genera la granja porcícola de Kekén, ya que las altas concentraciones de químicos derivados de la orina y defecación de los cerdos pueda a afectar a los niños con el “síndrome del bebé azul”.
La mega empresa estaría atentado de nuevo contra la comunidad al construir una extensa red de tuberías que parten de su planta principal y que se extiende hacia un terreno aledaño, con la intención de deshacerse de los desechos tóxicos que generan cerca de 48 mil crías de cerdo.
Entre los males que temen padecer los pobladores, es el "síndrome de bebé azul", el cual es un término usado en la medicina por el color que pueden llegar a tener los niños afectados por cianosis.
Hasta el momento, Kekén no revela qué tipo de alimentación proporciona a sus cerdos para que tengan un rápido crecimiento. La fórmula sigue siendo secreta y se desconoce qué químicos inyecta a los animales para hacerlos crecer y mantenerlos saludables para generar la “calidad” de carne que requiere el mercado.
Cabe recordar que la comunidad organizada, cuyo movimiento llaman “La Esperanza de Sitilpech”, realizó un cierre simbólico de la planta de Kekén (Kancabchén II) porque detectó alta concentración de bacterias coliformes en el agua, reciben malos olores de los cerdos, también les han detectado enfermedades de la piel en niños y adultos, así como daños en la agricultura.
Durante la manifestación pidieron que la empresa cierre la planta porque constituye una fuente de contaminación. Ellos reciben asesoría de la asociación civil Kanán, quienes han promovido un recurso ante un juzgado federal para pedir la suspensión de actividades de Kekén en esa comunidad. Sin embargo, se han enfrentado “contra la pared”.
Guillermo Euán Moo, un campesino de 72 años de edad, que en ese momento estaba llevando leña a su hogar, dijo que la empresa está utilizando el terreno aledaño a la planta para tirar “agua caliente de los cerdos”, con lo que matará toda la vegetación del monte.
“La Esperanza de Sitilpech” está planeando llevar su caso ante otras autoridades, principalmente a los responsables de cuidar el agua y cuidar el medio ambiente, porque hay casos de niños enfermos cuyos padres, por temor a represalias, no se atreven a hablar.
La población mantiene un rechazo total contra la granja, incluso ha llegado hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para detener la afectación que sufren a causa de la contaminación de la crianza de cerdos.
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JG