La falta de apoyos al campo y de recursos insuficientes para poder mantener los cultivos, ha provocado que agricultores de Ticul abandonen la actividad, vendan sus tierras y se dediquen a otras actividades.
El sector campesino mencionó que, aunque algunos reciben ayuda del programa “peso a peso”, otros no cuentan con el apoyo y carecen de insumos para mantener sus cultivos.
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José Federico Ucan Cob, campesino local, manifestó que los apoyos para impulsar las actividades agrícolas son nulos. Alegó que existe mucha necesidad en el campo, sobre todo en las parcelas de cítricos, donde, de acuerdo con José, se proveía a los productores con fertilizantes y líquidos, pero ahora “no hay nada de eso, abandonaron el campo por las autoridades dejando solos, a su suerte, a los campesinos”.
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Como representante de este sector, dijo que ha observado una carencia de sensibilidad de los gobiernos para poder destinar recursos y apoyo al campo. Puso de ejemplo el apoyo del programa “Peso a peso”, que el Gobierno del Estado utiliza para brindar la ayuda requerida al campo y que llega a los municipios, sin embargo, la gran mayoría de estos insumos son adquiridos por empresarios y otras personas que no trabajan el campo, pero que tienen los recursos suficientes para adquirir el producto.
“El programa ‘Peso a peso’ debería ser destinado para que la autoridad ejidal, que representa a los campesinos, en coordinación con la autoridad municipal, le den un buen uso, pues como se maneja actualmente gran parte de este apoyo no llega al sector que lo necesita, solo se aprovecha por los adinerados”, acusó.
Recordó que esta vez llegaron semillas para los agricultores, sin embargo, el reparto del recurso volvió a ser ineficaz: “tocó a un kilo y a otros solo medio kilo que fue entregado por la autoridad municipal, es insuficiente para el cultivo de los campesinos, esto solo demuestra la falta de conocimiento sobre las necesidades del campo, nunca les pregunta a los trabajadores del campo”, puntualizó.
Por su parte, Cástulo Andrés Almeida Peralta, manifestó que los citricultores son uno de los sectores del campesinado que más necesidades tiene, pues al inicio del proyecto de cultivo de cítricos en Ticul se impartía capacitación y manejo de plagas, actividades que se han dejado de lado, sumado a que la dotación de insumos a los productores es inexistente.
Agregó que otro factor que ha afectado y casi destinado a la desaparición de la citricultura en esta localidad es la falta de mercado para el producto, pues para comercializar el producto muchos tienen que pagar flete y llegar a Oxkutzcab, donde además “los coyotes” compran los frutos a muy bajos precios, haciendo la actividad muy poco redituable.
Comentó que, sobre el programa federal “Sembrando Vida” hubo mucho candado y obstáculo para ingresar, por lo que solo pudieron registrarse 29 campesinos ya que en un principio querían que otros que no son ejidatarios ingresaran al proyecto.
Agregó que el pago de 150 pesos diarios que recibe por el programa es muy poco con relación al trabajo arduo que realizan, sobre todo por las exigencias de las asesorías técnicas, pues ocupan todo el día en las labores del campo y pláticas.
Por su parte, Dulce Sierra, ejidataria, solicitó al Gobierno Municipal y Estatal vuelvan la mirada a este sector y que destinen apoyos y recursos para reactivar el campo.
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CC