El 90% del agua de Yucatán está contaminada por factores diversos, entre ellos, la deforestación, la falta de planes de desarrollo urbano de los municipios, la presencia de tiraderos a cielo abierto y la caducidad de los rellenos sanitarios, así como los desechos que tira al subsuelo la industria porcícola.
Durante la inauguración del Foro del Agua y Cambio Climático 2022, con sede en la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), el doctor Salvador Castell González, del organismo Va por la Tierra e integrante del Colegio de Posgraduados en Ciencias Ambientales y Biotecnología, señaló que una alternativa para regular las emisiones al manto acuífero es la creación de la Ley de Aguas de Yucatán, que pronto promoverán ante el Congreso del Estado.
En el foro que inició ayer y que concluirá el próximo martes 22, Castell González subrayó que vivimos una crisis climática y una recesión económica que poco a poco va convirtiendo al agua en un recurso natural necesario, igual que la comida, además no tenemos la reserva que quisiéramos, pero estamos haciendo un esfuerzo por cambiar las políticas públicas y como primer paso ya incidimos en la Ley de Cambio Climático del Estado de Yucatán y ahora vamos por la Ley de Aguas de Yucatán.
Durante estos días, en el foro participarán 40 expertos quienes expondrán sus investigaciones y evaluaciones acerca de la importancia del agua para el mantenimiento de las comunidades naturales, incluyendo la humana, así como propuestas y alternativas para su conservación y mantenimiento.
Por su parte, el presidente del Colegio de Ingenieros Químicos, Alan García Lira, expuso que hace seis años que se empezó a trabajar en el tema del agua, pero hace falta incidir mucho más para que los procesos de tratamiento de agua residuales sean vigilados correctamente y se ajusten a las leyes vigentes, pues las transformaciones industriales afectan a millones de habitantes, incluyendo a Yucatán.
Citó que en el caso de Japón están reduciendo el impacto de contaminantes en el agua, pues el 70% del líquido está bajo tierra y en Yucatán debería de haber un mejor acopio y dejar una mejor calidad para las siguientes generaciones.
“No esperemos a que un litro de agua pase a costar más que un kilo de oro”, sentenció.
El foro, que por primera vez se realiza en Yucatán y que también se transmitió en línea, permitió al director de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (Japay), Sergio Chan Lugo, afirmar que el agua que consumen los 374 mil usuarios de Mérida y la zona metropolitana es de buena calidad y está garantizada por el trabajo permanente de más de 900 personas y por ello -añadió- hay que reconocer el trabajo de este gran equipo que opera el sistema.
El diputado Jesús Pérez Ballote, en representación del Congreso del Estado, respondió que el Poder Legislativo está abierto a recibir propuestas para la creación de la Ley del Agua, pero que por ahora el Legislativo no tiene ningún borrador y que podría revisarse en el segundo o tercer período de sesiones, porque hay la buena voluntad de atender el problema de manera seria y responsable.
En representación de la directora de la Facultad de Ingeniería Química, maestra María Dalmira Rodríguez, el ingeniero Julio Sacramento Rivero dijo que es urgente adoptar políticas públicas integrales en materia de agua y cambio climático, reducir los riesgos de desastres, ya las condiciones geográficas de Yucatán lo hacen cada vez más vulnerable a la contaminación.
Una de las ponentes del foro, Mónica Chávez Guzmán, propuso reutilizar el agua de lluvia y la captura de este líquido tal como hacían los antiguos habitantes de Yucatán.
Al abundar sobre el tema de la Ley de Aguas, Castell González dijo que la norma permitirá darle mayor autonomía a los municipios en materia de aguas que ahora tiene la Comisión Nacional del Agua para poder vigilar la calidad del agua que consume la población, pues las estadísticas indican que menos del 5% de las aguas son tratadas, que los rellenos sanitarios tienen 35 años de antigüedad y que son tecnologías que deben renovarse, pero lamentablemente es que en el interior del estado aún hay tiraderos abiertos que funcionan sin control.
Hay miles de puntos de salida de agua al subsuelo que no están siendo vigiladas y que se agravan con la deforestación continua por los procesos agropecuarios, la falta de planes de desarrollos urbanos y la actualización del Plan de Ordenamiento Ecológico Estatal, expuso.
“Urge fortalecer a los municipios para que vigilen la calidad del agua que consumen sus habitantes en los 105 municipios, pues se sabe que no tienen planes de manejo de residuos”, dijo.
Además, un punto importante es que el cuidado del agua debe ser parte de las políticas regionales porque de nada sirve que en Yucatán se trabaje en ese sentido, pero en los estados vecinos no haya políticas públicas que coincidan con lo que se pueda hacer aquí.
En el foro participan el Colegio de Posgraduados en Ciencias Ambientales y Biotecnología del Sureste, A.C.; Sociedad Yucateca de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, A.C.; Colegio de Ingenieros Químicos de Yucatán, A.C.; Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán; Red Internacional de Promotores de ODS, México, y Va por la Tierra.
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JG