Una tortuga de grandes dimensiones recaló a la costa del puerto de Telchac, alarmando a autoridades, pues es una de las especies de mayor dimensión que se ha registrado en toda la temporada de anidación, que apenas lleva 20 días en curso.
Esta vez, se trató de un quelonio de la familia Chelonia mydas, popularmente conocida como Verde. La edad, de acuerdo con sus rasgos era de etapa juvenil, de sexo hembra con casi 20 kilos de peso, así como también 57 centímetros de largo curvo, 53 centímetros de ancho curvo y cola de 4 cm.
Para sorpresa de las cuadrillas de la Policía Ecológica, el anfibio no estaba desovando, sino que se encontraba desorientado, caminando sobre la costa de Telchac, siendo en primera instancia, avistado por las familias de las casas veraniegas.
La bióloga de la Policía Ecológica Juana Dzul Hoch dio a conocer que el anfibio fue estabilizado por los elementos del Centro de Estudios Tecnológicos del Mar (CET-Mar), encontrando que todo se trataba de deshidratación y problemas en el aparato digestivo tras ingerir posiblemente algún desperdicio en altamar, resaltando que no se hallaron tumores en la estructura del animal marino.
Esta sería la primera tortuga verde que recala al puerto desde el 2020, donde la caguama y carey predominaron la escala de apariciones con y sin huevecillos.
Otro factor por el que se mantiene solo un nido en lo que va de la época de depósito de futuras crías, es la creciente actividad en altamar por parte de más de más de 2 mil embarcaciones de diferentes tamaños que desde este cuarto mes del año han zarpado en busca del mero.
Como se sabe, el CET-Mar es el colegio que se encarga de recibir los huevecillos este año por medio de un equipo a cargo del profesor Carlos León; sin embargo, esta casa de estudios ha permanecido con un hermetismo total y no se sabe incluso si se mantiene algún número de colaboradores temporales que hayan sido capacitados en meses anteriores.
Sitios clave como las entradas a la playa de la zona poniente de Progreso o las dunas del puerto de Chuburná, han permanecido en los últimos días con invasión de vehículos motorizados, muy cerca del área protegida, arriesgando incluso a cualquier animal marino que recale a la orilla de la costa.
La playa, actualmente tendría esta semana una población de más de 4 mil personas que ocupan a diario sus casas veraniegas de Chuburná hasta Telchac Puerto, realizando carreras en motos acuáticas o practicando kitesurf, actividades que obstruyen el paso de los quelonios.
Hace apenas una semana, la urbanización produjo que a un costado del “Sendero Jurásico”, fuera aplastada una tortuga de carey con todo y huevecillos, esto por parte de una camioneta cuyo conductor no avistó la presencia del anfibio, ante la falta de señalamientos a cargo de las autoridades.
Fundación Lara-Corella, aún en trámites de permisos
Juan Lara Rodríguez, fundador actual de la asociación Lara-Corella y quien había integrado en los últimos seis años el Programa de Atención y Rehabilitación de Tortugas Marinas en la Costa de Yucatán (PARTMACY), en esta edición no pudo concretar su participación por un retraso en diferentes dependencias, ya que en caso de intervenir en el proceso de anidación sin el debido permiso, corría el riesgo de ser acreedor a una sanción.
“Ahorita no hay tanto peligro de no registrar nidos pero sí es de cuidado mantener vigilancia pues persisten depredadores. En los meses de junio, julio y agosto es el pico de actividad, aunque también los que más cuestan porque estamos hablando que igual son épocas de vacaciones, así como estos días veremos mucha presencia de turistas en la playa”, expresó el biólogo.
“La fundación no puede operar por el momento, las instancias marítimas-terrestres, no nos expiden nuestra autorización para tener participación en este proceso, mientras tanto el CET-Mar es quien debe de atender las anidaciones del municipio de Progreso”, dijo el especialista.
A pesar de que en redes sociales se ha especificado la situación, tanto rescatistas como habitantes del puerto persisten llamando el servicio del biólogo marino, aunque este junto con su equipo se encuentra en la banca, esperando retornar a los servicios de labores ecologistas para el 2023.
“La gente me ha llamado para ver si puedo hacer algo, pero mientras no tenga una autorización por parte de la Semarnat no podemos apoyar, porque recaeríamos en una irregularidad”, manifestó Lara Rodríguez.
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CC