En las últimas dos décadas, aproximadamente 100 mil hectáreas de tierras ejidales han pasado a manos de por lo menos cinco empresarios, en procesos amañados, para hacer negocios en tres vertientes: la reventa para uso comercial e industrial, desarrollos inmobiliarios y venta de lotes de inversión en la zona metropolitana de Mérida.
Así lo revela Pedro Quijano Uc, coordinador Estatal del Frente Campesino en Defensa de la Tierra y la Vida (FCDTV), quien señaló a unas cuantas personas que, según sus registros, han adquirido vastas zonas alrededor de Mérida: Gabriel Guzmán Millet, Gerardo Millet Palomeque, Olivier Dutoit Caldairou (de origen francés), Alejandro Escoffié y Ángel Azael Ruiz López, entre otros.
La lista de nombres podría ser más extensa, pero, según Quijano Uc, son los que más han aparecido en acciones en las que manipulan las acciones del ejido para apropiarse de tierras de uso común, para hacerse pasar como avecindados y obtener grandes extensiones de tierra prohibidas por las leyes agrarias, pasarlas por la legalidad del Registro Agrario Nacional (RAN) y, finalmente, inscribirlas ante el Registro Público de la Propiedad.
Explicó que el elemento que motivó la venta y compra ilegal de tierras en Yucatán fue la reforma al artículo 27 constitucional y la jubilación y pensión de los henequeneros durante el gobierno de la exgobernadora Dulce María Sauri Riancho, y a esto se suma que la gente dedicada al campo ya era mayor a los 60 años, al tiempo que las nuevas generaciones se fueron alejando de la labor ejidal.
Quijano Uc afirmó que aún hay esperanza de revertir este grave problema que sucede en Yucatán, pero esto sólo podría suceder con la valentía de los ejidatarios que denuncian casos de despojo, “y con la eliminación de corrupción en las autoridades agrarias, como el RAN, la Procuraduría Agraria y los Tribunales Agrarios”.
Sin entrar en mayores detalles, mencionó que hay en tribunales cerca de 20 casos que podrían hacer que las tierras regresen a manos de los ejidatarios y poner fin a estos abusos de los empresarios “que compran no solo las tierras, sino las conciencias de los directivos de los ejidos, al asentarles dinero en efectivo que nunca sus ojos habían visto con tal de ceder la propiedad”.
Devolución a Ixil
En el 2018, el ejido de Ixil sentó las bases para la primera restitución de 4 mil tierras aproximadamente que había acaparado el empresario Alejandro Escoffié, entre otros, y que tuvo que devolver y perder el dinero que había pagado a los ejidatarios y a las directivas.
En Texán Palomeque también hay una lucha para recuperar estas tierras porque se realizaron de forma fraudulenta, pagando dinero a los ejidatarios, haciéndolos firmar hojas en blanco y usando varias argucias para influir en las autoridades agrarias.
Quijano Uc opinó que le parece correcto que el grupo disidente de Motul esté luchando por recuperar las tierras que el francés Olivier Dutoit Caldairou les quitó, no sólo por el casco de hacienda, sino las tierras que hay a su alrededor. Ayer Por Esto! informó que éste sería el propietario de 549 hectáreas que están en los alrededores de la exhacienda Santa Teresa, que es de su propiedad.
El coordinador del movimiento campesino recordó que por ahora hay confianza en las autoridades federales. En el 2018, Luis Rafael Hernández, procurador agrario nacional, se comprometió con el pueblo de Yucatán a investigar.
“Además, el Presidente Andrés Manuel López Obrador firmó el acuerdo Plan de Ayala Siglo XXI, en el cual se comprometió ante más de 100 organizaciones campesinas a retornar a los campesinos las tierras que les fueron quitadas por acaparadores, como el caso de los empresarios yucatecos”, recordó.
Apenas la semana pasada quedó firme el caso del ejido de Seyé, al que se le restituyeron 7 mil hectáreas por sentencia del Tribunal Agrario No. 34 de Yucatán.
Dijo que, además, por indicaciones del Presidente López Obrador Yucatán está bajo la vigilancia frecuente para evitar que los funcionarios agrarios caigan en corrupción, por eso se han realizado cambios frecuentes en el RAN, PA y tribunal. De hecho, en el RAN, el 90% de los funcionarios que actualmente operan son nuevos, producto de este acuerdo presidencial.
Destino de las tierras
En Ucú se detectó recientemente la operación de una persona de nombre Ángel Azael Ruiz López, quien trató de acaparar 625 hectáreas que pertenecen a 355 ejidatarios. “Sabemos que detrás de estas personas hay un enorme poder económico”, reconoció Quijano Uc.
Explicó que los usos de estas tierras acaparadas van en tres vertientes: las venden para nuevos negocios comerciales o para la industrial y siempre están al acecho de las industrias que están llegando a Yucatán para ofrecer sus tierras, también las utilizan para hacer grandes desarrollos inmobiliarios en las costas y en Mérida, edificios y centros comerciales, y los residuos lo lanzan al mercado a través de lotes que venden en el monte.
Dijo que “una forma de enfrentar a los poderosos, es la unidad”. Adelantó que hoy sábado, a las 11 de la mañana en Izamal se llevará a cabo una reunión de líderes ejidales de Celestún, Samahil, San Antonio Chum, Kinchil, Samahil, Chocholá, Maxcanú, Yaxkukul, Cacalchén, Hocabá y Ucú, entre otros. Todo esto en el aniversario de Emiliano Zapata, líder revolucionario del país, acotó.
“Ahí se tomarán acuerdos para luchar contra estos hombres poderosos y seguir la lucha para revertir las tierras que fueron arrebatadas”, anticipó.
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CG