La Central de Ciclo Combinado Mérida (CCC Mérida) ubicada en la ciudad de Kanasín, que pertenece a la empresa española Iberdrola, hasta el momento no cuenta con permisos de generación emitida por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), esto según las declaraciones del subsecretario de Energía de la Secretaría de Fomento Económico y Trabajo (Sefoet), Juan Carlos Vega Milke.
En el marco de la presentación de la iniciativa de diagnósticos energéticos para la competitividad de Pymes, Vega Milke informó que la suspensión del proyecto causó revuelo en la opinión pública, sin embargo, explicó que la empresa aún no ha tramitado el total de sus permisos, entre ellos, los emitidos por el CRE para la operatividad y gestión de energía.
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Agregó que la documentación que bloqueó los avances para su operación fue la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que fue rechazada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) debido a que se incumple con diversas disposiciones en materia medio ambiental dispuestas en los programas de Ordenamiento Ecológico y Territorial de Yucatán, el Programa de Desarrollo Urbano de Kanasín y la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.
Aunque cabe recalcar que, el alcalde de Kanasín, Edwin Bojórquez Ramírez, negó que exista algún permiso otorgado por el Ayuntamiento, ya que, al no cumplirse con las disposiciones federales en temas de impacto ambiental, el municipio no puede proceder a evaluar el proyecto y brindar los permisos municipales de construcción y de uso de suelo.
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Sin embargo, el subsecretario de Energía aseveró que aún con esta suspensión emitida por la Federación, la empresa Iberdrola aún puede solicitar una evaluación de los permisos y que su instalación continúe.
Al cuestionarle sobre si este tipo de procesos son adecuados cuando se tratan de proyectos con un alto impacto ambiental, respondió: “si yo fuera ellos lo haría, porque si no me va a ganar el tiempo, cuando empiece habrá cola para los trámites”. Juan Carlos Vega aseguró que en el estado hay dos plantas de ciclo combinado de gas natural anunciadas por el Gobierno Federal, una ubicada en la ciudad de Mérida de 500 mega watts y otra en la ciudad de Valladolid de mil mega watts.
Como informamos hace unas semanas, la Semarnat negó la autorización a la empresa Iberdrola luego de evaluar la Manifestación de Impacto Ambiental modalidad Regional (MIAR), el Estudio de Riesgo Ambiental (ERA) y la Información Adicional (IA).
El proyecto consistía en la construcción y operación de una central de ciclo combinado con gas natural como combustible, con una capacidad de generación de energía eléctrica neta máxima de más de 579 mega watts.
Según datos del colectivo Ma’alob Cuxta, la MIA reconoció que se contaminarán 4 mil kilos de tierra con aceite lubricante, y se generarán mil 800 kilos de residuos impregnados con grasas o aceites, además de 9 mil kilos de recipientes impregnados con aceite lubricante, etc. Incluso, la documentación no detalló información sobre el tratamiento de los residuos tóxicos sólidos y líquidos.
La Central de Ciclo Combinado consta de un módulo de generación compuesto por una unidad generadora acoplado en un mismo eje con la unidad motriz de turbina de gas y una unidad motriz de vapor, los humos calientes de la turbina de gas serán enviados a un generador de vapor por recuperación de calor (HRSG), desde donde el vapor generado a alta presión y temperatura se dirigen a la turbina de vapor a condensación, que contará con una capacidad de generación aproximada de 592.9 MWe brutos y aproximadamente 579.l MWe netos en condiciones promedio.
Los habitantes de Kanasín, en compañía de académicos destacaron que la central provocaría la emisión de más de 3 millones de toneladas de CO2 al año, más que el total de los automóviles registrados en el Estado de Yucatán.
La ubicación está situada a unos 22 kilómetros al sureste de la ciudad de Mérida y a 36 kilómetros del Aeropuerto Internacional. La localidad más próxima al predio a menos de 1 kilómetro es Tepich.
Sin embargo, se encontrará a menos de 200 metros de la Reserva Estatal Anillo de Cenotes. La operación de la central pretendía extraer 223 millones de litros de agua por año, y usar aditivos tóxicos como ácido sulfúrico, amoníaco, cloruro cálcico, bisulfito sódico, entre otros.
Cabe destacar que Kanasín representa una zona de recarga local del acuífero y funciona como humedal con interacciones ecohidrológicas.
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CC