Yucatán

Trasplante de córneas en Yucatán: Precio de esta parte del ojo alcanza los tres mil dólares

Desde 2018 hasta marzo de 2022, se han realizado 301 trasplantes de córneas en Yucatán, de acuerdo con datos de Cenatra
El 100% de córneas que se han trasplantado en Yucatán en el 2022 fueron traídas de EE.UU

En el 100 por ciento de los trasplantes de córnea que se han realizado en Yucatán este año se emplearon órganos importados desde bancos de esta membrana en Estados Unidos, con costo por cada uno de unos tres mil dólares, es decir, unos 60 mil pesos mexicanos.

Esto significa que para adquirir la capa que cubre los ojos, los pacientes locales erogaron unos 870 mil pesos, ya que, en todos los casos, 14 en total, se trató de operaciones quirúrgicas en la medicina privada, según la información oficial del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra). Hasta ahora no se han realizado cirugías en hospitales públicos.

Noticia destacada

En Yucatán, hay 375 personas en espera de algún órgano; córneas, entre las más solicitadas

Noticia destacada

Mérida: Mujer descubre que el cadáver de su hermano no tenía córneas; murió en el O´Horán

Buen número

Aunque Yucatán es el único de los tres Estados de la Península que realiza un número mayor de trasplantes de órganos en esta región, las intervenciones han decrecido significativamente, al menos en córneas: bajaron 31.6 por ciento entre el 2019 y el 2021.

Además, en los últimos cinco años (del 2018 hasta los primeros meses del 2022) se han documentado 301 trasplantes de la capa que cubre los ojos en hospitales yucatecos; en el 2018 fueron 90; al siguiente año aumentaron 5.5 por ciento, sumaron 95. Para el 2019 bajaron drásticamente, hasta 61.6 por ciento y quedaron en 37, en buena parte por la emergencia sanitaria por COVID-19.

En el 2021, con menos ocupación hospitalaria por coronavirus, hubo un repunte: 65 operaciones. Al corte de marzo del 2022, según los datos del Cenatra, han registrado 14 córneas trasplantadas. Más de la mitad de las córneas que son trasplantadas en México (56.8 por ciento) son importadas. Es decir, son solicitadas a bancos de ojos en Estados Unidos, que las venden en poco más de 60 mil pesos para acceder a una mejora en la visión.

En el caso de Yucatán, la erogación ronda los 870 mil pesos, porque en los 14 casos han sido medicina privada. Un año antes, en el 2021, los trasplantes de la membrana que cubre los ojos sumaron 65 en Yucatán, de los que 25 (38.4 por ciento) fueron córneas de origen nacional y la mayoría, 40 (61.6 por ciento) importadas. La baja consolidación en la donación de órganos ha orillado a esta última y costosa opción para quienes la requieren.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) pide que la cifra de donaciones de órganos sea por lo menos de 20 de cada millón de habitantes. En México, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es de nueve por cada millón de habitantes.

En el caso de personas fallecidas, la donación tiene que ser un proceso informado y aceptado por los familiares, lo que no ocurrió en el caso de Wilberth Alberto Borges Pech, cuyo cuerpo sin vida llegó al cementerio Xoclán sin las córneas.

Personal del camposanto se lo informó a los deudos y estos interpusieron una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por robo de órganos, un delito federal.

Los órganos, en el caso de los pacientes muertos, tienen que ser evaluados para su posible utilización. Para los trasplantes de riñón los donantes pueden estar vivos. En el mismo periodo descrito, del 2018 hasta el primer trimestre del 2022, se han realizado más trasplantes de riñón provenientes de personas vivas que de personas que han fallecido.

De un total de 152 intervenciones, el 78.9 por ciento viene de personas vivas, es decir, casi ocho de cada 10 trasplantes es de este tipo. El pico en el listado fue en el 2018, cuando se llegó a 53 personas operadas por males renales. En el 2019 fueron diez menos, 48; la cantidad ha ido bajando y, en el 2022, apenas llega a 14, cifra que coloca a Yucatán en el lugar número nueve de todo el país.

Aunque es mayoría en estos casos, la entrega de este órgano no es común en el país por los múltiples riesgos que implica: entre el 0.5 y 2 por ciento de los casos, según un estudio del Instituto de Salud Carlos III y financiado por el Fondo de Europeo de Desarrollo de la Unión Europea, la probabilidad de morir es alta, por hemorragia, la embolia pulmonar, el daño intestinal y el ataque al corazón.

Los problemas menos riesgosos, pero más frecuentes son la infección en el tracto urinario, neumonía, daños en el sistema nervioso, problemas psicológicos, depresión, dolor postoperatorio, trombosis, problemas del corazón o diarreas. Esto se presenta en un porcentaje de pacientes que varía de 15 a 40 de cada 100.

También hay que considerar los cuidados permanentes del donador, que se queda solo con un riñón. En el caso de la consolidación de la donación de órgano por fallecimiento, este llega a 224 casos en cinco años. Como sucede en los anteriores, el grueso de las operaciones se da previo a la pandemia, en el 2018 se llegó 83 casos y en el 2019 a 63.

Se para un corazón, pero otro late

Nueve de cada diez trasplantes de órganos de personas fallecidas provienen de víctimas de un paro cardíaco (91.07 %), el resto es de personas que tuvieron muerte cerebral.

El Cenatra no reporta trasplante de órganos importantes en Campeche o en Quintana Roo y esto, aunado a la falta de participación habitual entre los familiares de los posibles donantes, se suma a que en la Península no existen quirófanos habilitados para el trasplante de hígado o corazón.

Síguenos en Google News y recibe la mejor información

CC