Las actividades económicas e industriales han modificado el medio ambiente y han afectado el uso de la tierra. Los Estados de Campeche y Yucatán son los que acumulan mayor degradación por uso de la tierra. Ambas Entidades cuentan con más de 2 millones de hectáreas por actividades físicas y químicas.
Mientras que Quintana Roo tiene un millón de hectáreas degradadas. En algunos casos, el terreno modificado por las actividades humanas representa poco más de la mitad de la extensión de las Entidades de la Península de Yucatán y el 41 por ciento del territorio general de la región.
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Según los datos del informe “Degradación de suelos: por entidad federativa, según niveles de degradación” elaborado por la Dirección General de Estadística e Información Ambiental, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se consideran cuatro tipos de degradación del suelo: la física, la química, degradación eólica y la degradación hídrica.
La degradación física del suelo se traduce en un cambio en la estructura del suelo y la principal consecuencia “es la pérdida o disminución de su capacidad para absorber y almacenar agua”.
Los motivos son variados, pero siempre se reporta en países y zonas de desarrollo, según la Semarnat; pero se puede atribuir al sobrepastoreo, la deforestación y las malas prácticas agrícolas, así como construcciones y cambios de uso de suelo.
“La degradación química del suelo (…) se debe a la presencia, la concentración y el efecto biológico adverso de algunas sustancias. Éstas pueden provenir de tiraderos a cielo abierto, derrames, residuos industriales, deposición de compuestos acidificantes y/o metales pesados”, explica la Semarnat, y agrega que uno de los efectos químicos es la salinización de la tierra; es decir, el aumento en el contenido de sales que provoca la baja en el rendimiento en los cultivos.
Hay otras dos erosiones descritas en los análisis, la erosión eólica (provocada por el viento y que propicia la pérdida del suelo superficial) y la hídrica (que provocan las corrientes de agua y generan deslaves, cavernas o grutas). Estos dos últimos descritos no se reportan en la zona de la Península de Yucatán.
La Semarnat mide por hectáreas la cantidad de suelo dañado por actividades. En total, estima que el Estado de Yucatán tiene 2 millones 872 mil 677 hectáreas dañadas (que se pueden equiparar a 28 mil 726 millones de metros cuadrados de terreno). De ese total, 2 millones 131 mil 258 son por degradación química y 741 mil 418 por degradación física. Yucatán es el Estado que tiene más hectáreas con degradación física severa y extrema.
Ocho mil 741 hectáreas de la primera y 108 mil 220 de la segunda. Si las hectáreas dañadas se toman en cuenta y se convierten a kilómetros cuadrados (28 mil 726.7), representa 66.2 por ciento del territorio total del Estado, que, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), es de 43 mil 379 kilómetros cuadrados.
El caso de Campeche no se queda tan atrás de Yucatán. Reporta un total de 2 millones 151 mil 815 hectáreas degradadas por actividades humanas. Si eso se traslada a kilómetros cuadrados, serían 21 mil 518.1 y representa el 37.1 por ciento del territorio Estatal (que es de 57 mil 924 kilómetros cuadrados). Aunque no cuenta con daño severo o extremo, la afectación química del suelo representa un millón 405 mil 496 hectáreas que pierden sus propiedades para producir frutos.
De esta cantidad se desglosa un millón 355 mil 891 hectáreas con daño ligero y 49 mil 604 de afectación química moderada. Para Quintana Roo, el total es de un millón 204 mil 270 hectáreas. El grueso de esta cifra, al igual que los otros Estados, es la degradación química, que acumula un total de un millón 20 mil 101 hectáreas y 184 mil 168 hectáreas de daño físico.
Esta es la Entidad con menor degradación del suelo. Si se compara con el territorio general Estatal, que es de 50 mil 212 kilómetros cuadrados, la zona afectada por la mancha humana es el 23.98 por ciento (12mil 42.7 kilómetros cuadrados).
La Península aún cuenta, como región, con más terreno virgen. Representa el 46.8 por ciento. Campeche es la Entidad que mayor terreno tiene preservado de manera natural. Cuenta aún con 3 millones 337 mil 238 hectáreas sin degradación. Es decir, que aún se encuentran en estado natural.
Comparado con el terreno total del Estado, son 33 mil 372.3 kilómetros cuadrados y representa el 57.6 por ciento. Le sigue Quintana Roo, que tiene el 54.9 por ciento de su territorio sin afectaciones. Son 27 mil 611.7 kilómetros, frente a los 50 mil 212 de extensión quintanarroense. Yucatán tiene el menor número de tierras vírgenes. Son 9 mil 968 km, que representan el 22.9 por ciento del territorio yucateco.
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CC