La doctora Rosa Elena Santos, originaria de la Ciudad de México, informó que presentó una queja ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en contra de Aeropuertos del Sureste porque los empleados del filtro de seguridad carecían de guantes, el cubrebocas lo traía mal puesto y no contaban con el equipo de escaneó y querían revisarla de manera manual o palparla, por considerar que corría un gran riesgo y la posibilidad de contagiarse de COVID-19, sobre todo ahora que en Yucatán hay un aumento de personas que padecen esta enfermedad.
Agregó que por negarse a ser revisada de manera manual perdió el vuelo 201 de Volaris, en el cual pretendía retornar a la capital del país, luego de pasar unos días en la ciudad de Mérida.
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“Sé que a pesar de haber entregado un escrito manifestando mi inconformidad, no seré compensada de alguna manera, por haber perdido el vuelo, pero y como usuaria entregue un escrito para ver si de esta manera se pone mayor atención y se procure que el personal de seguridad, cuente con los equipos necesarios para verificar a los pasajeros sin tener que palpar sus cuerpos, considerando que ASUR cobra un impuesto denominado Tarifa por Uso de Aeropuerto (TUA) y en los filtros no haya el equipo necesario.
Aclaró que cuando regresó acompañada de un elemento de seguridad, ya los empleados del filtro portaban guantes y cubre boca, así como los llamados escáner para detectar metales que estaban colgados a un lado.
Por otra parte, indicó que intentó entregar una queja en el módulo de la Profeco, pero y lamentablemente este permanecía vacío.
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JG