Pacientes que necesitan recibir tratamiento de hemodiálisis cada tercer día no fueron atendidos ayer en la clínica del Instituto Nacional de Seguridad Social y Servicios para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de Pensiones en Mérida, ya que les reportaron que no servía el aire acondicionado.
Aunque para ellos no pasar por este procedimiento es una cuestión de vida o muerte, lo más indignante para ellos -según contaron- fue que el director del centro médico, Oliver García Trujillo, no les dio la cara.
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Los inconformes explicaron que ellos requieren acudir a la clínica tres veces por semana; generalmente, los citan lunes, miércoles y viernes para recibir este tratamiento que les es necesario para la enfermedad renal crónica -en estado 5- o insuficiencia renal que padecen; algunos vienen de comunidades del interior del Estado por lo que tienen que madrugar y salir de sus casas entre las 4:00 y 5:00 horas para llegar a tiempo.
Ayer, grande fue su sorpresa y mayor su molestia cuando les indicaron que no recibirían el tratamiento por el desperfecto en el sistema de enfriamiento y tampoco accedieron a subrogárselos, es decir, cubrir los gastos en alguna otra clínica, bajo el argumento de que no cuentan con recursos la institución.
Se quejaron, también, de que no es la primera vez que esto le sucede, e incluso aseguran que es constante el maltrato por parte del personal de esa clínica y de los empleados de seguridad.
Ayer los inconformes intentaron nuevamente hablar con el director de la clínica, Oliver García Trujillo, sin embargo, les negaron la entrada a su oficina, señalándoles por parte de su secretaria porque “se encontraba demasiado ocupado para atenderlos”.
Cabe señalar que en la última visita del director general del ISSSTE, Pedro Zenteno Santaella, dijo que el instituto “está comprometido satisfacer las necesidades de los derechohabientes a través de la mejora continua de la calidad, con trato digno y humano”, pero al menos ayer todo se quedó en el discurso, según dijeron los pacientes.
El director general en su visita también autorizó la adquisición de 68 aires acondicionados para todas las unidades médicas de Yucatán, señalando que en el Sur-sureste estos equipos no son un lujo, sino una necesidad.
Los pacientes, quienes se identificaron con los representantes de este medio de comunicación, pero pidieron no divulgar sus nombres por temor a represalias por parte del ISSSTE , señalaron que incluso el aire acondicionado que se encuentra en la sala de espera fue adquirido por cooperación de ellos y donado al edificio.
Afirman que desde el viernes no reciben su tratamiento de hemodiálisis, por lo cual están poniendo en peligro su vida y ante lo cual responsabilizan a la institución y al propio director de la clínica de lo que les pudiera suceder.
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CC