Yucatán

Contaminación de las granjas porcícolas en Yucatán es un tema 'satanizado'; critica empresario

Carlos Arturo Ramayo Navarrete cuestionó las constantes protestas por colectivos mayas en contra de las granjas en el estado, mientras aceptaba que en realidad si afectan a las comunidades
Carlos Arturo Ramayo Navarrete afirmó en el acto inaugural que las granjas son satanizadas / Saraí Manzo

Empresarios e investigadores reconocieron que las granjas porcícolas han generado una contaminación de aguas y medio ambiente en Yucatán; además, durante la inauguración de un foro cuestionaron la labor de difusión de POR ESTO! que ha dado voz a pobladores de zonas que han realizado plantones e, incluso, llegado a los tribunales para defender sus derechos frente a las productoras de cerdos.

Carlos Arturo Ramayo Navarrete, presidente de la Asociación Ganadera Local de Porcicultores de Mérida, afirmó en el acto inaugural que las granjas “son satanizadas” por este medio informativo, al tiempo que justificó que “la contaminación (que generan) es desde antes”.

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En el “Primer foro de desarrollo de una producción porcícola sustentable”, los participantes hablaron de mejorar los procesos y de afrontar retos que trae la modernidad a la industria porcícola.

Por cierto que antes de su realización, el foro ya estaba envuelto en polémica, pues colectivos mayas y organizaciones civiles se indignaron porque la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) brindó espacios “a empresas extractivistas del territorio maya en Yucatán para la promoción de una industria porcícola que avanza por medio de abusos y desigualdades”.

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Grupos como la Esperanza de Sitilpech, Articulación Yucatán, Ka’anan Lu’um Chapab, Kanan Derechos Humanos y UADY sin acoso señalaron que las empresas porcícolas se han dedicado a dañar a los pueblos originarios y generar ambientes inseguros e insostenibles derivado de la instalación de megafábricas de cerdos que traen consigo olores insoportables, agua sucia, problemas de salud y represión a la organización y lucha de los pueblos mayas que la cuestionan y se oponen a ella.

Asimismo, mostraron su descontento porque el evento sea organizado por el empresario Jorge Antonio Zumárraga Novelo, dueño de una empresa porcícola, la cual produce más de 48 mil cerdos anuales a tan solo unos kilómetros de la pequeña comunidad de Chapab.

Entrevistado al concluir el foro sobre la contaminación que generan las granjas porcícolas y los amparos en su contra por parte de ejidatarios de Homún y Sitilpech, Ramayo Navarrete, justificó que “la contaminación ha existido, y cuando el presidente de la República era Carlos Salinas de Gortari, los ganaderos y porcicultores yucatecos expusimos sobre la temática y pedimos asesoría y herramientas para ello”.

Al aceptar el daño que causan las granjas, dijo que “los empresarios porcícolas de Yucatán estamos dispuestos a cumplir con las normas y operar sin lastimar al medio ambiente y asimismo fomentar crecimiento económico, si las autoridades nos apoyan con las herramientas que requerimos”.

Agregó que las empresas están trabajando para adaptarse a las condiciones necesarias para un buen proceso de la producción porcícola de la entidad, porque están convencidos de que se puede hacer crecer al sector.

Cuestionado sobre lo que se tiene que hacer con empresas como Kekén, que no muestran estar en la misma sintonía con el medio ambiente, dijo: “Nosotros no queremos estar fuera de la ley, sino todo lo contrario, queremos cumplir con los mandamientos y normatividades de los gobiernos federal y estatal”.

El incumplimiento

Lamentó que existan empresas que incumplen como hábito la normativa y consideró que “hay quienes aún creen que en México las leyes se hicieron para violarlas”, y señaló que es tiempo de que todos reconozcan que es tiempo de cambiar y con “el ímpetu de la legalidad, como costumbre y compromiso”.

Y aunque reconoció que es un reto, dijo que el cambio en la industria porcícola fortalecerá y será para ganancia y beneficio de todos, por lo cual está seguro que esas nuevas formas de hacer, se cumplirán, aunque advirtió que será por etapas, “porque aún hay quienes o no entienden o desconocen las normas”.

Asimismo, pidió que las autoridades no solo normen la acción, sino también deben proporcionarles las herramientas, “porque no se trata solo de publicar las normas, también es esencial tener las armas y saber el cómo usarlas”.

“Tal vez hemos errado, y tenemos que seguir las normas y si no ha sido así, estamos dispuestos a hacerlo”, apuntó.

Al finalizar la entrevista, Ramayo Navarrete se excusó por sus señalamientos hacia PORESTO! por la cobertura que le ha dado a las protestas de habitantes de Homún, Siltilpech y otras comunidades afectadas. “No quería decir eso, disculpa si te ofendí, fue por presión”, expresó al reportero.

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CC