Elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) detuvo por lo menos a tres personas que llegaron por la madrugada en el vuelo de La Habana alrededor de las 03:00 horas, que salió de la isla con casi cinco horas de atraso.
Entre los detenidos se encontraba Pedro Lemus Fernández, quien manifestó que durante dos horas los elementos de migración lo estuvieron interrogando con el fin de “Campechanear”, como dicen en México, al hacerle infinidad de preguntas sobre el país, pero como no supo dar la dirección de su domicilio, lo “atoraron” a pesar de que apenas hace unos días renovó su permiso para continuar viviendo en Yucatán, México otros seis meses, entidad a la que llegó hace cinco años y aun cuando no conoce las calles hoy día labora como operador de una plataforma de taxi.
Comentó que fue hasta las 05:00 horas que lo dejaron salir, luego de revisar sus maletas, incluso una de ellas fue dañada (rota), a otra persona la interrogaron menos y la dejaron libre una hora antes y sólo una permanecía en calidad de retenido para ser trasladada a la Ciudad de México y después a Cuba.
Pedro Lemus llegó acompañado de su esposa, quién no tuvo problemas y la dejaron ingresar al país, misma que estuvo esperando y realizando llamadas al Consulado de Cuba donde le informaron que era posible que también lo regresen a La Habana, lo que causo desesperación porque su pareja se quedó con su maleta y ella con la de su esposo, pero en la primera había cámaras fotográficas y otros objetos personas que espera no se las fueran a decomisar, ya que no le permitían hablar con él, al ser aislado.
Dijo que siempre le ha pedido que se aprendiera las nomenclaturas de las calles y su dirección, pero no le hace caso y le responde que no hay problema porque sabe como andar y llegar de un punto a otro, sin conocer las calles de la ciudad.
Por cierto, la esposa de Pedro estaba a punto de retirarse del aeropuerto incluso había solicitado un servicio de Uber que iba a bordar en la avenida principal, porque no les dejan recoger pasajeros en el aeropuerto, cuando al voltear la vista, observó que su esposo salía de las oficinas de migración.
Cabe mencionar que el vuelo de la Habana que llegó, es el mismo que ayer, operó con cinco horas de atraso.
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JG