Aunque para los meridanos la Catedral de San Ildefonso se ha convertido en un punto de encuentro de amigos y comerciantes, esta iglesia es la más antigua de Latinoamérica, es uno de los principales atractivos turísticos de Yucatán. Incluso cuenta con un cementerio con lápidas que datan de 1858 y que casi nadie conoce.
Turistas nacionales y extranjeros viajan miles de kilómetros para admirar la Catedral ubicada en el corazón de Mérida, cuya construcción duró más de 36 años y abrió sus puertas el 4 de noviembre de 1598, siendo su arquitectura su principal atractivo, pues la sede de la Arquidiócesis de Yucatán es de estilo renacentista-franciscano del siglo XVI, cuenta con una sacristía y tres capillas dentro del inmueble tipo basílica.
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Resalta la Puerta del Perdón, enmarcada por dos columnas y entre ellas se encuentran dos custodios, las imágenes de San Pedro y San Pablo, también es visitada por el Cristo de la Unidad, de casi ocho metros de longitud, que permanece en una cruz de 12 metros.
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“La Catedral es más hermosa de lo que las fotos pueden mostrar, era una de las cosas por las que quería visitar Mérida, yo no soy de ir a misa, pero me encanta la arquitectura y este lugar es merecedor de un aplauso, es incluso más bonita que la que hay en la Ciudad de México”, dijo Fernando Tulsó.
Entre las curiosidades de la Catedral de San Ildefonso es que desde su fundación fue el templo de recepción de restos humanos.
El historiador Ángel Gutiérrez Romero comentó que hay evidencia de que esta edificación eclesiástica fungió como cementerio.
“Hay un documento que se conoce de la Catedral que es de 1585, quiere decir de cuando apenas la estaba construyendo, ya que corresponde justamente a una distribución de sepulturas que es un croquis, es decir, es un mapa sencillo que se le asignó en ese momento al obispo Fray Diego de Landa, quien dio los primeros espacios a los conquistadores y primeros vecinos de la ciudad”, recordó.
“Cuando finalizaron los trabajos de construcción se ordenó la realización del cementerio general para que la Catedral dejara de cumplir con dicha función”, agregó.
Se pudo constatar que el sepulcro más antiguo es del año 1858 y que hay más de 25 visibles; sin embargo, muy pocos las conocen.
“Vengo a la Catedral desde que tengo uso de razón y no me había fijado, creo que porque no la recorremos como turistas, estamos tan acostumbrados a ella que no la vemos como la majestuosa obra arquitectónica que es y las curiosidades y maravillas que hay en ella”, dijo Lorenzo Carrillo.
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NM