La región Sureste del país se ha consolidado como la cuarta zona productora de madera más importante de México, con un crecimiento de 10 por ciento en comparación con 2022, de acuerdo con Edgardo Martínez Duarte, presidente estatal de la Cámara Nacional de la Industria Maderera (Canainma).
Tan solo en Yucatán y el Sureste hay 2 mil 336 personas dedicadas a esta actividad, en negocios que van desde aserraderos hasta carpinterías y fábricas de artículos de madera, los cuales se exportan a Estados Unidos, Centroamérica y el Caribe, además de abastecer al mercado nacional.
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A nivel nacional, la industria maderera aporta alrededor de 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto y genera más de 500 mil empleos directos. Se calcula que en el país hay alrededor de 30 mil aserraderos y talleres que se dedican a este sector.
Los principales estados productores son Durango, Chihuahua, Michoacán y Jalisco. Sin embargo, el Sureste ha incrementado considerablemente su producción en los últimos años, hasta ubicarse como el cuarto polo maderero del país.
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La demanda nacional de productos de madera ronda los 9 millones de metros cúbicos. Las importaciones han disminuido en los últimos años, lo que ha permitido el crecimiento de la producción nacional.
Martínez Duarte destacó que los principales sectores que demandan madera son la construcción y la hotelería. Indicó que el crecimiento de 10 por ciento refleja el dinamismo de esta industria en la región, donde Actualmente la Canainma Yucatán tiene 37 agremiados, mientras que hace unos años eran solo siete.
El representante del sector maderero reconoció que la capacitación y tecnificación son áreas de oportunidad para mejorar la competitividad, ya que solo 20 por ciento de los agremiados cuenta con un buen nivel de tecnificación. Por ello, ofrecen cursos de certificación y buscan mayor profesionalización.
Pese a estos retos, Martínez Duarte resaltó que Yucatán ya exporta madera con valor agregado a Estados Unidos, gracias a empresas como Sidwell, Woorgenix y Marbol. Con apoyo para capacitación y tecnificación, la industria maderera regional puede competir en más mercados internacionales, comentó.
Ante el dinamismo del sector, se espera que la inversión en tecnificación y preparación en los estados del Sureste permita un mayor desarrollo de la industria maderera de la región, incrementando su competitividad y proyección en el mercado nacional como en el extranjero.
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NM