“Ya nos quedamos sin agua”, así de tajante fue Ana Sofía Lázaro Salazar, maestra en Ecología Humana, cuando POR ESTO! Le preguntó sobre el problema futuro e inmediato del vital líquido en Yucatán.
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“El agua que consumimos no es potable, es agua con cloro”, expuso al señalar que la situación es apremiante, debido a falta de infraestructura y la seria afectación al manto freático que han causado empresas contaminantes, como las megagranjas de cerdos.
“Es importante entender que la crisis ya está”, aseguró sin ser alarmista, sino realista. Compartió que el Estado ocupa el penúltimo puesto a nivel nacional en manejo de aguas residuales, pues solo se trata el tres por ciento del líquido que se extrae.
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“Ningunas de las colonias del Norte o las más reconocidas tiene agua potable por la sencilla razón de que no hay plantas potabilizadoras en Yucatán”, reiteró al indicar que la instalación del servicio básico se limita a clorar y entubar.
El Dr. Ángel Polanco Rodríguez, del Centro Regional de Investigación Dr. Hideyo Noguchi, la secundó y enfatizó que vecinos de numerosas colonias de Mérida sufren por la baja presión y a las comisarías y municipios les va peor, se quedan sin agua por horas o días.
Previamente, el investigador presentó los altos índices contaminantes en los resultados de los estudios al agua y el seguimiento a la salud de pobladores en zonas afectadas por la agroindustria, entre otras.
En un estudio con la Universidad Estatal de Michigan se analizaron 21 pozos de agua en diferentes zonas de la entidad: agrícola, ganadera y metropolitana.
Detalló que se detectaron altos niveles de coliformes (65 por ciento) y nitrato de 50 ppm (partes por millón) en la zona ganadera de Tizimín y Dzilam González, mientras que en el área metropolitana de Mérida fue de 40 ppm.
Ambos expertos fueron parte del panel “Perspectivas éticas desde la academia ante el impacto de los mega proyectos”, que se llevó al cabo en el marco del foro “Gobernanza para la transformación de la gestión del agua”.
Los acompañaron sus colegas, Dres. Yameli Aguilar Duarte y Rodrigo Llanes Salazar, en el evento realizado en el Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales (Cephcis) de la UNAM.
La primera cuestionó que el planteamiento común sea hablar de una crisis climática como la principal amenaza al medio ambiente, cuando en realidad todo es reflejo de una crisis socioecológica, en la que las grandes empresas tienen mucha responsabilidad.
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LV