Un grupo de amigas y amigos de María del Carmen Pérez Avilés la recibieron ayer en el Aeropuerto Internacional de Mérida con un cartel de bienvenida, pues no la veían desde hace 30 años, cuando emigró a Estados Unidos, concretamente en Las Vegas.
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María del Carmen Pérez manifestó estar sorprendida porque no esperaba encontrar a tantos amigos, mucho menos una recepción con flores y carteles, que la hicieron sentirse toda una estrella.
Realmente la que deseaba sorprenderlos era ella, porque sólo dos personas estaban enteradas de su regreso a Mérida, por eso me siento feliz y dichosa de volverlos a ver y de recordar tantas vivencias y travesuras, pues aclaró que su amistad comenzó hace más de 50 años, cuando estudiaban en la Secundaria Federal No. 1 del barrio de Itzimná.
Me encuentro con compañeros que son médicos, profesores, contadores, todos unos profesionistas, y lo que más deseo es recordar esos momentos de diversión, de sueños que tenía cada uno de ellos y ellas, muchos sí lograron alcanzar sus objetivos, otros no tanto, pero lo que nunca se rompió fue ese lazo de amistad y de afecto que hay en el grupo.
Estoy tan emocionada porque llego un día antes de una fecha inolvidable, como es la celebración del Día de Muertos, que es toda una tradición, la puesta del altar con las fotos de los que se nos han adelantado, así como los dulces para los pequeños difuntos, que no se podían ni debían tomar, mucho menos comer hasta que culmine el rezo de las ánimas y al día siguiente el pib o pan de muerto, una tradición muy nuestra que espera se mantenga por muchos, pero muchos años y muchas generaciones, que aunque lejos no se olvidan.
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LV