La Unidad de Manejo de la Vida Silvestre (UMA) San Manuel, ubicada a unos kilómetros del puerto de El Cuyo, ha logrado importantes avances para la conservación del jaguar (Panthera onca), el cual se encuentra en peligro de extinción, informó Jesús Bobadilla Aguiñaga, responsable de dicha unidad.
Detalló que la asociación se ha enfocado en conservar especies críticas como el jaguar, especie carnívoro félido de la subfamilia de los Panterinos y género Panthera; la única de las cinco especies actuales de este género que se encuentra en América, también es el mayor félido del continente y el tercero del mundo, después del tigre y el león.
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En él se han colocado cámaras trampa para la observación y monitoreo, como parte del programa para el fortalecimiento de las actividades encaminadas a la conservación de diversas especies prioritarias y protegidas, entre ellas el jaguar.
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Señaló que desde el 2016, la UMA San Manuel se ha enfocado a monitorear la presencia de los felinos silvestres, en especial del jaguar, de los que hasta la fecha, dentro de los límites de la unidad, se han registrado 12 individuos (entre machos, hembras y crías). Hasta hoy, en los individuos monitoreados, su salud es aceptable al haber suficiente alimento y abrevaderos colocados en sitios estratégicos en época de sequía.
El especialista señaló que estos felinos han sido captados gracias al trabajo realizado mediante cámaras trampa durante los últimos cinco años, y han demostrado el valor que tiene este espacio paradisíaco en la conservación de estos animales.
Bobadilla Aguiñaga recalcó que hasta antes de la creación de este espacio, los felinos, como el jaguar, habían mermado en gran manera su población por la caza furtiva para el aprovechamiento de los colmillos y piel, sin embargo, al crearse la UMA se prohibió definitivamente en al menos esta zona la caza ilegal tanto de esta especie como de otros animales.
Detalló que el jaguar es uno de los animales más importantes dentro de la UMA San Manuel, además de que se han captado pumas, ocelotes, yaguarundis y tigrillos, es por ello que se realizan diferentes actividades encaminadas a conservar sus hábitats además de conocer el estado actual de sus poblaciones mediante monitoreo comunitario con el apoyo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) a través de la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos.
Sobre el jaguar, apuntó que el monitoreo ha permitido conocer la salud y estado actual de su población, al mantener registro de individuos en fechas y sitios diferentes, así como conocer el rango de actividad dentro de la Reserva de la Biosfera.
“La información obtenida del monitoreo es importante para la generación de estrategias que permitan la conservación de esta especie y su hábitat en el Noreste de Yucatán, este trabajo se lleva al cabo en conjunto con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) a través del monitoreo comunitario mediante el apoyo del programa de Conservación para el Desarrollo Sostenible (Procodes)”, subrayó.
Recalcó que la UMA cuenta con una amplia diversidad de mamíferos y aves propias de la región y varias especies que emigran en estos sitios para su reproducción, el espacio es santuario de varios animales catalogados en las normas de conservación como el yagoaroundi, el jaguar, pecaris, loro yucateco, temazate y además se pueden avistar diferentes aves acuáticas como el pijijí, garzas, flamencos rosas y otros plumíferos propios de la región.
Se calcula que al momento de la llegada de los europeos a América había más de 100 mil jaguares; sin embargo, por la caza ilegal e indiscriminada está prácticamente extinto en Estados Unidos, El Salvador y Uruguay. Sus poblaciones están repartidas en 18 países latinoamericanos: México, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Ecuador, Guyana Francesa, Guatemala, Venezuela, Guyana, Surinam, Paraguay, Colombia, Argentina, Perú, Bolivia y Brasil.
En México habitaba las regiones tropicales y subtropicales, desde Sonora y Tamaulipas, en el Norte del país, bajando por las planicies costeras del Golfo de México y del Pacífico, hasta Chiapas y la Península de Yucatán. No obstante, se ha perdido más del 40 por ciento de su distribución en el país, limitándose a áreas forestales fragmentadas, aisladas y de difícil acceso
Lo anterior se informó en un intercambio de conocimientos realizado en la UMA San Manuel, con monitores comunitarios realizados en el Área de Protección de Flora y Fauna Campo Verde del Estado de Chihuahua, donde se vigila al oso negro (Ursus americanus).
En este intercambio de experiencias entre profesionales promovido por la Conanp, se informó que el oso negro americano es un mamífero de la familia de los úrsidos, el más común en Norteamérica y es más pequeño que el oso pardo y el oso polar; presenta un color de piel más o menos oscuro, tienen cuerpo robusto, cola corta y orejas pequeñas y redondas, actualmente la distribución de este animal se encuentra en los Estados de Sonora, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua y posiblemente serranías de Durango.
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NM