Los atraques de cruceros volvieron a llevarse a cabo esta semana, sin embargo, al menos durante este jueves resultó más llamativo un episodio acalorado que fue protagonizado por vendedores ambulantes y elementos policiacos. La razón se debió a que los comerciantes indicaron que desde el pasado fin de semana no se les otorga un libre tránsito a través de la playa, zona federal del país.
Minutos antes del mediodía inesperadamente llegaron los agentes policiacos a la playa, justo a rectitud de la estatua del fundador del puerto, Juan Miguel Castro, para intercambiar palabras con una vendedora, quien mostró inconformidad con lo expresado por los oficiales.
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Enseguida, la mujer procedió a pedir ayuda a sus colegas de oficio, pues indicó que los elementos le habían solicitado su último permiso para vender sus productos, pero al no tenerlo le pidieron retirarse de la playa. La vendedora se defendió argumentando que el Departamento de Comercio, en la vía pública del Ayuntamiento, no había llegado al malecón para hacer los cobros correspondientes.
También se procedió a solicitar el retiro a los ambulantes nuevos o de recién ingreso que no cuentan con permisos ni han pagado su entrada a la playa, por lo que el enojo de estos trabajadores fue aumentando, ya que indicaron que ese proceder lo consideraban como acoso en medio de su jornada laboral.
Bastaron 10 minutos para que acudan al sitio unos 20 comerciantes que tienen como punto de actividad el malecón, llamando la atención de los pocos turistas que estaban en los alrededores.
Uno de los veteranos del ambulantaje y líder de este grupo, Alfredo Castillo C., argumentó que de seguir este problema, los afectados iban a unirse para acudir a la Comisión de Derechos Humanos y dar a conocer esta situación, pues aseguraron que los roces con la autoridad se tienen desde el pasado mes de octubre, mientras que el fin de semana pasado también hubo un par de discusiones.
Al final, tuvo que intervenir de nuevo la autoridad para indicar que se trató de una confusión, pues el sitio donde estos ambulantes no podían entrar era en el área de concesión de un restaurante situado junto a la estatua citada en el inicio de esta nota.
Aun así, solicitaron a los vendedores de recién ingreso y a los veteranos de oficio estar al corriente en sus pagos, así como tener en orden los documentos obligatorios para poder ejercer su actividad sin tener otro acalorado problema con la policía o inspectores.
Justo en ese restaurante de cadena regional, el pasado 26 de octubre se tuvo otro enfrentamiento verbal cuando un turista informó que fue víctima de un presunto robo.
Por otra parte, la Administración del Sistema Portuario Nacional, con sede en Progreso, informó que el barco Carnival Valor llegó al municipio con un total de 4 mil 245 personas a bordo, de las cuales 3 mil 95 eran turistas y mil 150 tripulantes de diversas áreas.
Tal como habíamos informado a través de este medio, varios días atrás, los atraques de cruceros volvieron a llevarse a cabo esta semana luego de casi quince días sin este tipo de actividad, siendo este oxígeno para varios agentes dedicados al turismo que ya comienzan a sentir la repercusión del turismo nacional que los fines de semana ha cambiado a un pasadía en la playa por las atracciones de la feria de X’matkuil del año en curso.
Sin embargo, el ánimo de varios artesanos, masajistas, palaperos, meseros y los ambulantes se vio por los suelos cuando no se tuvo la asistencia de visitantes que esperaban, ya que la mayoría de turistas prefirió los tours al interior del Estado o permanecer en el buque.
“Noviembre será de pesadilla, pues X’matkuil es una calentura colectiva, y nosotros nos quedamos sin clientes”, señaló el empleado Agustín Cáceres.
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NM