Las obras en el terreno de 15 mil metros cuadrados donde se pretende levantar el desarrollo Aantik, en Mérida, han sido únicamente de limpieza y desmonte, y aun cuando el proyecto detalla que ahí se levantará un complejo de torres cuyas dos primeras serán entregadas en diciembre de 2026, los trabajos están suspendidos por la falta de permisos desde el de uso de suelo hasta el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA).
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A pesar de esta “pausa”, se sigue promoviendo el desarrollo de departamentos de lujo, de hasta casi 20 millones de pesos, para la “zona Prime” de Mérida. Una de las torres será para 24 condominios de alta gama y la otra, para 98 consultorios y oficinas exclusivas.
Pero los residentes de los fraccionamientos cercanos y los vecinos de las comisarías aledañas han protestado por este proyecto -rechazo del que POR ESTO! ha informado puntualmente-, sobre un área que apenas si fue limpiada. En el terreno, de 15 mil metros cuadrados, ya desmontado, no hay maquinaria, y no se ven personas laborando, a diferencia de otros complejos, como El Zaguán -de corte habitacional- que avanza sin contratiempos.
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Aantink es promovido en el mercado inmobiliario de alta gama como “La maravilla moderna que es hogar, es templo y a la vez comunidad”; su diseño está inspirado en la forma piramidal prehispánica y consta de seis torres en total, pero sólo se ha puesto fecha la primera etapa consistente en las dos primeras torres, para entregarse en diciembre de 2026. Según señalaron profesionales inmobiliarios, la intención es que sea la zona Prime de Mérida.
Una zona prime es donde la mayoría de las viviendas son de gran tamaño y de alto valor, para personas de clase alta, quienes pagan por la exclusividad de su estilo de vida.
En reunión de profesionales inmobiliarios, a la que se tuvo acceso, se habló de que no hay fecha para terminar las siguientes cuatro etapas del proyecto, ubicado entre Temozón y Santa Gertrudis Copó. Tampoco se ha concluido el diseño de los estacionamientos y accesos, tema relevante en una zona donde el caos vial es pan de cada día.
Según promotores inmobiliarios, la primera torre tendrá 24 departamentos de lujo, de tres recámaras, estudios, baños privados, sala, comedor, piscina y terrazas. El mayor de ellos, en el “piso cinco”, con superficie de 288 metros cuadrados, un precio que roza los 20 millones de pesos; en los demás niveles los apartamentos serán de entre 120 y 130 metros cuadrados, dos por nivel, que costarán entre cuatro y cinco millones de pesos.
Los primeros tres niveles de esa torre tendrán comercios, operados por una empresa diferente a la responsable del espacio residencial y de entretenimiento. El estacionamiento se encontrará en el sótano, “conectado” con tres elevadores que llevarán a la zona residencial, arriba de los niveles comerciales.
En el cuarto piso se tendrá el área de entretenimiento común, con alberca, spa, gimnasio, espacio de yoga y terrazas. El área es exclusiva los residentes del edificio -pagarán una cuota de mantenimiento, aún no definida, pero basada en el espacio que ocupan - y no podrán hacer uso de ello ni los clientes de la zona comercial, ni los propietarios o condóminos de otras edificaciones. Por el diseño piramidal, mientras más altos estén, los departamentos serán más pequeños y, por ende, menos caros, aunque también influirá la orientación, dependiendo si “mira” al Oriente o Poniente.
En todos los casos habrá terrazas con vegetación, desde la cual los residentes podrán ver el horizonte… y las viviendas de los fraccionamientos de gama media alta que se han desarrollado en la zona y que es uno de los temas que han causado las protestas de los residentes: la invasión de la privacidad.
En el último piso habrá alberca, terrazas y área de convivencia, y hasta mirador, según el proyecto original. Otro “detalle” planteado en el diseño es la iluminación solar, que arquitectónicamente se ha resuelto con las mismas torres, que se darán sombra mutuamente.
Durante la presentación del proyecto, no se dijo nada del abastecimiento de agua, aunque es un tema por el cual las autoridades de las comisarías de Temozón y Santa Gertrudis se han pronunciado, pues temen que se colapse la red de distribución, ya de por sí saturada.
Junto a esta torre, uno, de 24 departamentos de lujo, se levantarán otras dos, con 98 espacios diseñados para despachos, oficinas o consultorios de 52 a 54 metros cuadrados de superficie, con precios promedio de tres millones 200 mil pesos.
Las cuatro torres restantes se prevén para incluir un hotel, dos de estudio y la restante sería de departamentos, aun en proyecto. Únicamente los dos complejos de la primera etapa están en apartado para entregarse en dos años; las otras cuatro aún no pueden ser comercializadas, pues no hay fecha de inicio de trabajos y, por ende, tampoco para finalizarla.
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LV