Enmarcada por la séptima edición de la tradicional Vaquería Parroquial que congrego a cientos de jaraneros que se dieron cita para ofrendarle su zapatear a la virgen frente a su Santuario en Tizimín se llevó a cabo la coronación de la Señorita Guadalupana, Lizeth de Jesús Pérez Och.
La coronación estuvo a cargo del Párroco, Fermín Rigoberto Nah Chi, quien expuso la alegría que conlleva festejar de nueva cuenta a la Virgen y que mejor que con una verdadera fiesta del pueblo en la que se plasman los elementos que identifican la cultura de la región; la nueva embajadora expuso el honor de encabezar cada una de las actividades Guadalupanas y exhorto a vivirlas en plenitud centrados en la devoción y en el mensaje de amor que la Morenita del Tepeyac dirige a sus hijos exhortando a que apeguen sus vidas a los mandatos de Jesús.
La vaquería estuvo llena de algarabía y de estampas regionales que plasmaron los jaraneros y mestizas, cuál ofrenda dedicada a la Reina de los Mexicanos; las interpretaciones musicales estuvieron a cargo de la Real Orquesta Yucateca de Arturo Turriza deleitando y ambientando a los presentes al ritmo y al compás de la jarana, los bailadores abarrotaron de principio a fin la pista y se divirtieron hasta el cansancio con su zapatear y sus mejores pasos, todos dirigidos a la Virgen Morena.
La gente en todo momento evidenció su entusiasmo y alegría, mientras que la mayoría bailaba, los demás admiraban a los máximos exponentes de la jarana, aficionados que acostumbran acudir a las vaquerías que se organizan en cada feria del estado, quienes en cada serie musical cosechaban aplausos y ovaciones del público que se dio cita para apreciar sus bailables a los que les imprimían lo mejor de la jarana yucateca.
Previo a este evento jaraneros y mestizas dedicaron la peregrinación a la Virgen de Guadalupe, en su caminar que partió del parque Juárez hacia este templo religioso emitían oraciones y plegarias ambientadas por los himnos guadalupanos interpretados por la charanga y el tronar de los voladores agradeciéndole a la Guadalupana por un año más de vida y por sus bendiciones concedidas, le encomendaban a sus familias por ser la madre de los mexicanos que cuida de sus hijos, que intercede ante el creador por su bienestar y por ser su fiel protectora que los aparta de las adversidades.
La imagen de la virgen también fue acompañada por feligreses del centro pastoral San Francisco de Asís, por miembros de los Talleres de Oración y Vida, así como de las comunidades de Sucopo y Cabichén.
A su llegada al templo religioso fueron recibidos por el Párroco, Fermín Rigoberto Nah Chi, quien bendijo a los presentes; en medio de aplausos fue recibida la imagen de la Guadalupana que ingresó al templo, posteriormente participaron en una misa donde el Sacerdote les recalcó que los festejos de la Guadalupana son para entregarse a su hijo Jesús, acercarse a él y para enseñarles a ser sus discípulos.
Como cada año, tanto la Vaquería como la peregrinación se distinguieron por las estampas regionales que protagonizaban numerosos jaraneros que portaban orgullosos y elegantemente el traje regional.
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GC