Personal de Volaris y VivaAerobus se comprometió a localizar y entregar varias maletas y hasta una mascota que ayer, en medio de la vorágine del fin de semana navideño, por alguna razón no llegaron en los respectivos vuelos mañaneros a Mérida.
Como suele ocurrir en temporadas de alta afluencia de viajeros, en esta caso por las fiestas decembrinas, cuando los niveles de ocupación se elevan por arriba al 100 por ciento, es común que se registre al atraso de envíos de maletas y otros tipos de equipajes documentados como le ocurrió a Lilia Beatriz Nava Fernández del Campo, quien llegó procedente de la Ciudad de México acompañada de su pequeña hija y su suegra en el vuelo mañanero de Viva Aerobús, excepto su mascota, una perrita schnauzer.
Mientras que Concepción Vázquez, procedente también de la capital del país, pero en un vuelo de Volaris, informó que no llegó su maleta, en cuyo interior se encuentra la leche de una menor de edad.
Ambas personas acudieron al módulo de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) instalado en el aeropuerto internacional de Mérida, donde recibieron la orientación requerida, toda vez que Lilia Nava se pudo nerviosa y desesperada porque fue quien entregó a su mascota con un contenedor como solicita la empresa y resulta que al llegar a la terminal aérea se lleva la sorpresa que la perra no llegó.
Sin embargo, minutos más tarde los empleados de ambas compañías aéreas informaron que tanto la mascota como la valija iban a ser entregados a sus respectivos propietarios ayer mismo, después del mediodía.
Lo mismo ocurrió con un paisano de Campeche que regresó de Canadá con escala en Monterrey, a quien también se hará entrega de su maleta en su domicilio de la Ciudad de las Murallas.
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LV