Yucatán

Yucatán: Peligra el oficio de afiladores en Acanceh

Raúl Sánchez Maldonado es un afilador que menciona que su oficio es una labor antigua que se está perdiendo, él recorre las calles de Yucatán ofreciendo sus servicios
Señaló que hace 10 años se quedó sin empleo fijo, por lo que compró sus herramientas y comenzó a afilar utensilios / Carlos Chan

“¡Se afilan cuchillos, navajas y tijeras!”, pregona Raúl Sánchez Maldonado mientras hace sonar su silbato, uno de los pocos afiladores que recorren las calles de Yucatán. El hombre compartió que no es originario del Estado, sino que proviene de Tabasco, pero cada seis meses arriba a la Tierra del Faisán y del Venado para trabajar.

Sánchez Maldonado es la prueba viviente de que el oficio de afilador está en peligro de extinción, ya que cada vez que llega al municipio causa expectación entre la gente, sobre todo por su forma de trabajar y las herramientas que trae consigo.

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“Vine hace seis meses, en ese entonces muchas personas solicitaron mis servicios, lo que me motivó a regresar”, subrayó.

“Sacar filo a cuchillos, navajas y tijeras es una labor antigua que se ha estado perdiendo hoy en día, ya casi no hay quien pase con ese sonido de filarmónica o silbato anunciando su trabajo, es una armonía que no se pierde, cuando era pequeño lo escuchaba en casa y salía a la calle, me gustaba ver cómo la gente venía con sus cuchillos para que el señor los mejorara”, indicó el hombre.

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El tabasqueño señaló que hace 10 años se quedó sin empleo fijo, por lo que compró sus herramientas y comenzó a afilar utensilios, actividad que hasta la actualidad realiza en varios lugares, entre ellos Mérida, y luego recorre numerosos pueblos del interior del Estado.

“A esta localidad vengo frecuentemente, aquí se sabe que me instalo en el centro, en las cercanías del mercado, ahí me buscan las personas para solicitar mis servicios”, apuntó.

Según comentaron algunas amas de casa, los precios de la labor son bastante accesibles, por lo que les es posible costearlos. “No cobra caro, pide entre 20 a 30 pesos por cada pieza que trabaja”, explicaron.

Quienes no saben a qué se dedica Sánchez Maldonado se sorprenden al ver la destreza con la que toma cualquier artículo cortante para lustrar el filo y dejar cada objeto como nuevo.

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NM