Decenas de vecinos de Altabrisa se reunieron ayer domingo para protestar contra del alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, acusándolo de realizar supuestos negocios inmobiliarios relacionadas con áreas verdes de la zona, para satisfacer sus propias aspiraciones políticas.
La reunión tuvo lugar frente a los predios ubicados en la calle 22 con 21-A, donde manifestaron que ante la falta de apertura al diálogo del Ayuntamiento de Mérida, la Asociación de Vecinos de Altabrisa emprendió acciones y está decidida a llevar el asunto a los tribunales para interponer un amparo.
Durante el encuentro vecinal acusaron también a Barrera Concha de perpetrar un crimen forestal, pues autorizó el inicio del Parque Tho’, pero el proyecto no cuenta con los permisos correspondientes de uso del suelo y un estudio de impacto ambiental.
Denunciaron que durante esta intervención se devastaron 4 mil 136 metros cuadrados de árboles y para terminar de construir el circuito aledaño que se adjunta al proyecto aniquilarán 13 mil metros cuadrados más; cabe señalar que en la ley forestal consta que cualquier superficie con más de mil 500 metros cuadrados de cobertura de copa se considera un área forestal.
El presidente de la agrupación vecinal, Rubén Presuel, informó que el conflicto se deriva de una permuta ilegal que realizó el Ayuntamiento de Mérida de un terreno que los desarrolladores inmobiliarios, de origen, asentaron como área verde de tres hectáreas y donde desde hace más de dos décadas se tiene proyectado construir el parque a cambio de otro terreno de dos hectáreas protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), porque tiene vestigios arqueológicos, este además con un valor menor por metro del 30 por ciento.
Cambios amañados
Para lograr su propósito el alcalde ilegalmente cambió el uso del suelo del terreno mayor, ubicado en la calle 19 con 22 y lo intercambió al propietario del terreno protegido, un prominente grupo inmobiliario, por lo que especula que ahí se construirían torres con decenas de departamentos que restarían zonas de esparcimiento a las familias y elevarían la densidad poblacional permitida en la zona.
“Según la ley en las áreas de uso común y de bien común es imprescriptible el destino de uso del suelo y ante los tribunales es irrevocable”, apuntó.
En su turno Luis Montoya, vecino de la colonia, recordó que en 2002 el Ayuntamiento tuvo un intento fallido de vender ese terreno, pero fue detenido por los regidores, posteriormente en 2010 hubo un nuevo intento de vender el área verde disfrazado de un megaproyecto.
Asimismo, integrantes del Parque Resistencia Huentitán, del Estado de Jalisco, Javier Armenta, Ilich Cisneros y Alexis Umanzov, narraron su experiencia rescatando un espacio público de las garras del Gobierno jalisciense para inspirar a los yucatecos en la defensa de sus áreas verdes.
Parte de las estrategias de desaprobación a la transacción de Renán Barrera fue la colocación de letreros con leyendas alusivas en las casas; posteriormente se realizó un recorrido por el parque y se procedió a la clausura cívica de la obra arquitectónica con la colocación de una pancarta que dice: Clausurado por violar la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, La ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Medio Ambiente, actos constitutivos de delitos ambientales, daño a la flora y fauna, biodiversidad, especies en peligro de extinción, cambio de uso del suelo de vocación forestal sin autorización federal.
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CC