Este Miércoles inició la Cuaresma, celebración católica previa a la Pasión de Jesucristo y en la Catedral de Mérida se realizaron tres misas para la imposición de la tradicional cruz de ceniza. La primera de ellas presidida por el obispo auxiliar, Pedro Mena Díaz.
En la segunda estuvo el padre Jorge Elías Chi y en estos momentos se realiza la tercera con el rector Justo David Ceballos.
El mensaje de la Arquidiócesis de Yucatán no sólo apuntó a la renovación personal, sino también a fortalecer y acrecentar la cultura del cuidado del ambiente.
Indicó que la imposición de la ceniza no es un sacramento, sino un sacramental, por lo que no es obligatoria recibirla. Por ello, se aclaró que el fiel que no acude a este acto, no comete ningún pecado.
“Su real importancia es que nos recuerda que debemos arrepentirnos de los pecados y convertirnos”, se expuso. “Si no es posible cumplir con este sacramental, se puede suplir por obras de misericordia corporales o espirituales”.
JG