Las investigadoras y activistas Ligia Vera Gamboa y Gina Villagómez Valdés coincidieron en que la actitud del diputado federal Rommel Pacheco Marrufo, al adjudicarse la aprobación en la Cámara Baja de la Ley 3 de 3, fue de total oportunismo político, lo que lo deja muy mal parado, no sólo ante las feministas, sino ante todos los ciudadanos del Estado al quedar como un oportunista.
Vera Gamboa recordó que ella estuvo desde el principio en todo el proceso para la aprobación de la Ley 3 de 3 en el Estado, trabajos que fueron liderados por la colectiva de Agenda de las Mujeres por laIgualdad Sustantiva en Yucatán (Amisy), con el apoyo de las Constituyentes de CDMX, el trabajo se hizo desde la sociedad civil.
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“Ciertamente para que esta ley sea aprobada tiene que haber el voto de diputados y senadores varones en las Cámaras; sin embargo, esta iniciativa fue construida desde cero por las feministas desde la iniciativa ciudadana”, aseguró.
Durante el proceso de su creación, en ningún momento el diputado Rommel Pacheco Marrufo hizo siquiera alguna declaración al respecto o se mostró dispuesto a colaborar, que se quiera adjudicar el hecho nos parece muy arriesgado para su credibilidad.
Realmente su intervención fue hasta los últimos minutos, donde los diputados y diputadas federales tenían que votar y las senadoras y senadores en su momento, pero fuera de eso no hubo ningún momento que se recuerde, haya hecho alguna aportación hacia la ley.
Indicó que el comportamiento del legislador puede tener varias lecturas, primero queriendo aprovechar un momento político de un evento realmente fuera de serie en el país y utilizarlo en su carrera política, otra es la invisibilización hacia la lucha de las mujeres, pero de cualquier manera es muy poco ético de su parte. “Pareciera que los políticos hombres siguen sin darle valor al trabajo de las mujeres y eso no se vale”, dijo.
Por su parte, Gina Villagómez aseguró que el hecho de que sea diputado, y sobre todo con aspiraciones políticas, querer aprovecharse de este tipo de lucha de las mujeres y para las mujeres lo deja mal parado, porque se le olvidó algo: que las mujeres ya no se van a quedar calladas.
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CC