Otra fundación se ha unido a la causa en contra del Cártel de Sisal y el ecocidio que realizan en parte de las costas de Hunucmá. En esta ocasión fue Kanan Derechos Humanos quien se pronunció en contra de lo que sucede con el lujoso complejo.
La organización respaldó el movimiento y reconoció el impacto que Paraíso Sisal genera en el medio ambiente, así como en las especies que en este habitan. Además, de que al igual que los especialistas, investigadores y demás organizaciones coincidieron en como estructuras como los geotubos dañan la costa.
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Kanan Derechos Humanos, en voz de su representante legal, Miguel Fernando Anguas Rosado, calificó la clausura de los geotubos por parte de Profepa como “un remedio político y jurídico”.
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“Lamentablemente, las leyes están construidas para ver el medioambiental como un asunto meramente administrativo y no como un ente sujeto de derechos, es decir, que sea útil para la supervivencia humana y para la supervivencia del ente medioambiental”, afirmó.
“Un ejemplo de esto es el amparo que interpusieron unos abogados en Homún para que reconozcan a los cenotes como sujeto de derecho, justamente para dar la vuelta a las leyes ambientales que hay en el país; el tema ambiental no es sólo una cuestión administrativa, el medio en sí mismo merece una protección tan sólo por existir”, reiteró.
El activista indicó que tanto la Profepa como la SDS “tienen muchas limitaciones” y advirtió que si los inspectores se presentan en la zona de El Palmar, que colinda con el complejo inmobiliario, y evalúan el daño que pueden causar los 50 geotubos colocados a lo largo de mil 700 metros de litoral “lo verán simplemente como un asunto administrativo”, es decir, para ellos lo relevante es que “no se les preguntó, no se les pidió autorización y no se tiene licencia; sin embargo, el día de mañana, cuando el hotel, cualquier empresa o industria tramite y obtenga su permiso, eso le da una puerta abierta para seguir devastando… Como se dice en el medio de los derechos humanos, pagan por contaminar”, enfatizó.
Sisal se está vendiendo como un lugar para ir a turistear, pero la realidad esto es grave porque “va más allá de la habitabilidad y accesibilidad de recursos, incluso, de vivienda digna adecuada de las personas locales. Esto genera un desplazamiento, es decir, las personas de Sisal, eventualmente, dejan de ser el principal foco de entrega de servicios y se les dan a las empresas que llegan y se asientan, como en el caso de Paraíso Sisal, en lugares protegidos”, afirmó.
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CC