Hombres del campo realizan en sus tierras la tradicional ceremonia mayaChá Cháak, o mejor conocida como el Santo Cool, para implorar la lluvia en los montes durante el periodo de seca; misma que es encabezada por un X’men o sacerdote maya.
Previo a la ceremonia, un día antes, los campesinos le pidieron permiso al monte ofreciendo pozole sin coco (Sa’Ka) en los cuatro puntos cardinales, para que les permita salir en búsqueda de los animales que servirán de ofrenda. Cabe señalar que algunos de estos animales son donados por las familias del poblado y otros son buscados en los montes; al final todos son colocados como ofrenda en un altar elaborado con madera, bejuco y hojas, junto a otros alimentos.
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Mientras el grupo de hombres sale en la búsqueda de la ofrenda, el resto se queda en el terreno para esperar el regreso mientras machacan pepita y maíz, alistan los recados que serán puestos a la carne y el cool, en tanto se colocan cuatro calderos en dirección de cada uno de los puntos cardinales, para posteriormente comenzar la ardua preparación de los alimentos durante el transcurso del segundo día de actividades.
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Los donativos que la comunidad entrega de manera voluntaria son colocados en el altar, aunque la carne es colocada bajo tierra, de la misma forma que se entierra el mucbipollo para el mes de noviembre; a su vez, otras personas van calentando el agua para preparar el cool espeso junto a la tortilla elaborada de manera artesanal. Por su parte, el X’men coloca en el altar el pib junto al aguardiente y enaltece el humo del incienso para dar inicio al ritual mediante un rezo.
Algo que llama la atención, es que durante todo el proceso no puede haber mujer alguna, ya que de acuerdo a las antiguas creencias este trabajo lo realizan los hombres, de lo contario, los alimentos no quedarán cocidos. Pedro Pablo Moo, uno de los presentes, dijo que sus esposas participan ayudándolos con la elaboración de tortillas, pero, en sus propios domicilios.
Una vez que todo está colocado en el altar, el gremio comienza a seguir las oraciones que por una hora realizan los sacerdotes mayas, quienes por medio de rezos y cantos imploran que caiga la lluvia que tanto necesitan los campesinos en los terrenos de cultivo y de crianza animal. Cuando acaba el rito, el sacerdote maya bendice los sagrados alimentos, la comida, para que se comience a repartir entre los propios campesinos mientras esperan la caída de la lluvia.
De acuerdo a las vivencias de los lugareños, cuando acaba el ritual el cielo queda cargado y el agua comienza a caer; pero, en otras ocasiones, durante el transcurso de la semana la súplica se cumple para bendecir a los campesinos, es decir, las tierras comienzan a ser mojadas para salir delante de la seca que van atravesando.
Estas actividades mayas se han ido perdiendo con el pasar de los años, pues la modernización ha ido alejando a las personas para efectuarlas. Además, hace 30 años los antiguos parcelarios, que hoy en día han dejado este mundo, solían realizar a lo grande esta ceremonia, en donde se entregaba reses, gallinas, patos, pavos y el resto de la carne era conseguido de la fauna silvestre que abunda en la selva maya.
Este año, varios jóvenes se acercaron a esta actividad para aprender y observar como se va realizando la tradición del Santo Cool, para que a futuro pueda seguir realizándose y no se quede perdida como otras actividades mayas que décadas atrás se efectuaban en las milpas.
Asael Gurubel, campesino, platicó que con el paso de los años, esta tradición se ha ido perdiendo en el interior del Estado; sin embargo, el gremio de campesinos que aún creen en esta ceremonia que realizaban los mayas se reúne para llevarla a cabo. En esta ocasión fue en un predio ubicado en el Sur del municipio, en donde por cuarto año consecutivos se efectúa, entre finales del mes de abril y principios del mes de mayo.
El entrevistado comentó que en sus tierras el ritual duró el mismo periodo que en los terrenos de Juan Espinoza, donde se está llevando a cabo este año: “Esta tradición poco a poco se ha ido perdiendo. Nosotros la seguimos haciendo año con año. La mayoría son gente adulta mayor”, subrayó.
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CC