Yucatán

'Carnival Breeze' sin gran derrama en Progreso; precio del dólar y altas temperaturas, ahuyentaron turistas

El calor imperante y la baja cotización del dólar generaron que los turistas abandonaran las playas del puerto de Progreso
Pocos apovecharon los servicios que se ofrecen en el lugar, como las bananas, las más solicitadas / Jesús López

La llegada del Carnival Breeze se fue opacando para el comercio local por causa de una sensación térmica de más de 50 grados Celsius y el precio del dólar, mismo que bajó hasta 17.59 pesos durante el jueves, absteniéndose el visitante internacional a bordo del navío de derrochar billetes verdes.

Con base en datos de la Administración del Sistema Portuario Nacional, con sede en el puerto, el buque llegó minutos antes de las 8:00 horas con 5 mil 565 personas de diferentes nacionalidades, de las cuales 4 mil 232 fueron pasajeros y mil 333 eran trabajadores de la tripulación.

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Sin embargo, las escasas ganancias apenas se registraron durante  tres horas antes de las 12:00 horas que comenzó el calor a tope, por lo que varias familias no descartaron en abandonar las playas para retornar al crucero antes de zarpar.

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Las escasas ganancias fueron constatadas por diversos trabajadores del boulevard Romeo Frías Bobadilla, que goza de ser imán del turismo internacional, pero sobre todo nacional porque no se recurre a los regateos o el bargain, como se conoce en inglés a estos acuerdos.

“Con el dólar tan bajo como está ahora no le conviene al gringo venir a gastar a la playa y tampoco a nosotros nos convienen otorgar  el servicio; se prefiere al visitante de otro Estado de nuestra República por los porcentajes, ya que los precios establecidos son de 20 o 40 dólares, pero con los extranjeros se hacen rebajas, ellos lo piden. En cambio, con el mexicano son 150 pesos seguros por el servicio que ofrecemos”, externó una trabajadora del establecimiento Relaxing massage, situado a pocos metros del Muelle Fiscal.

Las escasas ocupaciones dentro del área de arena, como es el caso de palapas y camastros, así como las mesas de los  restaurantes a cargo de residentes extranjeros, mismos que están ubicados en la calle 80 por 23, se hicieron evidentes a lo largo del día, dejando al personal bajo las sombrillas para guardarse de los rayos del Sol, pero buscando clientela que no accedía a tomar alguno de los servicios.

“Algo que no es un secreto es que el visitante extranjero sabe cuidar muy bien su dinero, si se sienten estafados lo exponen y algunos incluso no pagan. Ahora que anda bajo el dólar, la mayoría no viaja por tours y menos consume dentro del malecón, hay que tomar en cuenta también que un día antes gastaron dólares en la isla de Cozumel”, expuso Hector Chí, colaborador de un restaurante de esta prolongación.  

Algo que llamó la atención fue la presencia de varias jóvenes afroamericanas que pusieron el ambiente entre la multitud; sin embargo, fueron un poco más allá cuando una de las integrantes del grupo se acostó sobre una mesa y realizó juegos que normalmente son parte de las fiestas entre las nuevas generaciones estadounidenses.

A pesar de que varias familias con menores de edad estuvieron a punto de llamar a las autoridades policiacas para frenar estos actos, las muchachas de color optaron por retirarse y permanecer bajo una palapa sin seguir llamando la atención de los bañistas y trabajadores.

Cabe mencionar que estos son meses donde arriban conjuntos de hasta 20 jóvenes que en busca de diversión en la playa suelen excederse con el alcohol y realizar desde dinámicas subidas de tono hasta realizar destrozos en las instalaciones o el robo de utensilios que les brindan los restaurantes de la prolongación.

Para fortuna de los comerciantes, artesanos y demás trabajadores del sector turístico, resta alrededor de mes y medio para las vacaciones de verano, donde se esperan llenos totales a lo largo de un bimestre para volver a tener el ascenso económico que se obtuvo en lapsos como las fiestas carnestolendas o las vacaciones de Semana Santa.

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CC