Con más de 100 años de historia, las famosas catacumbas de Tizimín, al Oriente de Yucatán, son únicas, pues no existen otras iguales en todo el estado, lo que las hace todavía más misteriosas y una visita obligada para quienes llegan a la Tierra de Reyes.
'La Escondida' y 'Los Tres Reyes', son las dos catacumbas que fueron descubiertas hace décadas, a principios de siglo, por el papá de dos Gaspar Rosado, actual dueño de este lugar que se encuentra a cinco metros de profundidad y cuyos pasillos están labrados a mano.
Los secretos en las catacumbas
Las catacumbas“La Escondida”, que fueron construidas en 1954. En su interior se encuentran más de 20 estatuas, que también fueron labradas a mano, escondidos entre las sombras de los pasillos.
Entre los personajes que se pueden encontrar están personajes bíblicos, seres mitológicos, héroes mexicano e íconos de la cultura popular.
“Él sólo las hizo y las iba formando, mientras trabajaba y sacaba material de aquí y en las paredes sacaba las estatuas, él utilizó utensilios rústicos, machete, hacha, pico, pala, eran lo que le servía para moldear las estatuas.” asegura Don Gaspar.
Zapata, dragones y hasta los Reyes Magos, los santos patronos de este municipio del oriente de Yucatán, acompañan la historia de sus pasillos desde hace más de 90 años. Y que están ubicadas en la Calle 59 número 416 A en el centro del municipio.
Orgullo familiar en La Escondida
Así, Don Gaspar se alegra al ver que los visitantes aprecian el trabajo que su padre realizó con sus propias manos, en este espacio que se ha convertido en un lugar especial para él, y para toda su familia.
“La verdad me parecieron muy impresionantes, porque había ido a otros lugares, a otras cuevas, y pues normalmente solo hay las estalactitas, o estalagmitas, nunca había ido a una cueva de este tipo, donde hubiera tantas figuras y más que son labradas por una misma persona, así como talladas a mano.”
Extrañas presencias Catacumbas Los Tres Reyes
Mildred Arias, quien se encarga de mostrar estas maravillas bajo tierra, asegura que turistas de todas partes del mundo llegan a visitarlas. Por lo que a lo largo del tiempo ha recibido más de 50 mil visitas.
El trabajo lo inició su tatarabuelo, Hilario Chimal, y que las cuevas comenzaron a construirse en la década de los 30, antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Explicó que dentro de las catacumbas ocurren extraños sucesos, pues muchas personas aseguran haber visto una silueta blanca deambulando por los pasillos; incluso hay quienes asegura que ahí habitan aluxes.
Estas construcciones en las entrañas de la tierra se encuentran abiertas al público y pueden ser visitadas en el predio 414-A de la Calle 59, entre 52 y 54 del Centro de Tizimín.
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AA